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Las placas de los peloteros que entran al Salón de la Fama de las Grandes Ligas están llenas de récords y premios. Los números que llevaron a un jugador a convertirse en inmortal sirven de papel tapiz en las paredes de Cooperstown.
A partir de hoy, el Salón de la Fama suma nueve premios Cy Youngs, 735 victorias y 3.06 a su historial cuando Randy Johnson, John Smoltz, Pedro Martínez y Craig Biggio sean exaltados como la clase de 2015.
Sin embargo, detrás de esos números hay personas que los fanáticos poco conocen y a las que solo tienen acceso quienes compartían con ellos a diario.
“Ya he usado todos los adjetivos desde que recibí la llamada”, dijo Biggio a un medio local de EE.UU. “Todo esto es simplemente abrumador y emocionante, agregó.
Martínez, quien durante 18 campañas logró ser uno de los más respetados serpentineros en las Grandes Ligas, afirmó en una conferencia de prensa celebrada en el Clark Sports Center de Cooperstonn, Nueva York (noreste de EE.UU., que “esta será una fiesta para toda mi gente, un gran encuentro de béisbol, pero mezclado con merengue, salsa y bachata, pues no quiero disfrutarlo solo con mi familia, es algo para toda mi gente, quienes yo sé que siguieron mi trayectoria y se preocuparon por mi futuro y mi destino”.