No
Ni la moción de censura del Congreso brasileño; ni las falsas disculpas de la Casa Amarilla y del oficialismo con su habitual fórmula de “victimizarse” y acusar a los senadores como “desestabilizadores”. Solo me referiré a los hechos.
Ocho destacados senadores en representación de un arcoiris ideológico de diferentes partidos tanto de oposición como de Gobierno, decidieron viajar a Venezuela después de varios meses de espera porque creyeron haber vencido los obstáculos. Pero al llegar a Maiquetía constataron que los problemas no solo persistían, sino que se agravaban por el hostigamiento de una “diplomacia” del horror. De nada sirvió que el ministro de Defensa, Wagner, insistiera en que se respetara el vuelo oficial solicitado por las Fuerzas Aéreas Brasileñas para transportarlos.
Al tratar de subir a Caracas, fueron agredidos salvajemente por una horda de manifestantes oficialistas organizados al estilo conocido, que puso en peligro sus vidas ya que una jauría se abalanzó contra ellos con piedras, palos, golpes, desestabilizando el autobús en donde todos estaban juntos, por indicaciones de la Embajada. Allí no terminó la odisea ya que a pesar del bloqueo sorpresivo de la autopista, decidieron iniciar la ruta, pero fueron impedidos por la PNB, que se interpuso en la vía y los obligó a regresar al aeropuerto. Las gestiones duras realizadas ante el embajador, hizo que se dirigiera al alto nivel diplomático y como resultado llamó por teléfono a los senadores para informar que habían abierto un canal de circulación. Ello los llevó a realizar otro intento -nuevamente fallido- porque “por casualidad” al intentar subir a Caracas se volvió a paralizar el tráfico, tal como lo pudieron constatar miles de venezolanos bloqueados.
Felizmente los senadores invitaron a María Corina Machado, Mitzy de Ledezma, Lilian Tintori, Patricia Ceballos, Antonieta López para que los acompañaran en el transporte asignado, quienes desde el primer momento sufrieron junto a los visitantes la violencia y la incomodidad del “secuestro”, pero pudieron transmitirles durante las largas horas de permanencia, el rechazo y la vergüenza por estas actitudes poco venezolanas y agradecerles en nombre de los venezolanos su solidaridad.
Si bien la delegación presidida por el líder opositor senador Aecio Nves y Aloysio Nunes presidente de la Comisión de Política Exterior del Senado no pudieron cumplir con la agenda acordada, sí pudieron cumplir con la resolución del Parlamento que les pedía conocer “in situ” la verdadera situación de Venezuela, lo que pudieron vivir con las prácticas de un Gobierno inspirado en la confrontación y el odio evidenciado con el secuestro que vivieron, además de escuchar el testimonio de parte de nuestras valientes dirigentes presentes, sobre la realidad de una Venezuela secuestrada.