El sicariato cobró fuerza en el país

Los secuestros y robos de vehículos va en ascenso. Cobran los rescates en moneda extranjera y desvalijan los carros para la venta de repuestos usados. El traslado de cadáveres a las morgues de los hospitales de la capital distorsiona las cifras de muertes violentas en la Gran Caracas, afirman criminalistas

La violencia ha sido una constante en el comportamiento del delito en el país y no ha mermado en 2017. Un caso reciente ocurrió el 8 de agosto: el abogado Kelvis José Valbuena Alvarado, de 32 años de edad, fue asesinado cuando se chequeaba en una aerolínea para viajar a Maracaibo, en el Aeropuerto Nacional de Maiquetía, luego de llegar de República Dominicana. Un hombre se le acercó y le disparó en la cabeza, delante de los demás viajeros. “Ahora no les importa si están en un lugar con gran cantidad de personas. Van y matan como si nada”, señaló el abogado criminalista Javier Gorriño, quien indicó que el sicariato u homicidio por encargo se ha incrementado en los últimos años, reseñó El Nacional.

Otro caso fue el de Fabrizio Mendoza y su socio Reinaldo Herrera, sobrino de la diseñadora Carolina Herrera, en mayo pasado. El homicidio fue calificado como sicariato por el modus operandi. También, en marzo, una mujer entró a una licorería en la avenida 6 de Los Puertos de Altagracia, en el estado Zulia y disparó contra tres hombres que conversaban, informó la policía municipal. El caso fue investigado como muerte por encargo.

Especialistas desconocen hasta la fecha la cantidad de asesinatos a sueldo debido a la naturaleza y complejidad de estos hechos; sin embargo, calculan que se mantendrá la tendencia de 2016, cuando se cometieron entre 1 y 4 sicariatos por semana en el país, según el informe del Observatorio Venezolano de Violencia, correspondiente a ese año. De acuerdo con ese promedio, hubo entre 100 y 200 sicariatos, calculó el abogado penalista, Luis Izquiel.

Se distorsionan cifras

Los casos de sicariato integran el número de muertes violentas que en el primer semestre de 2017 fue de 2.428, indicaron informaciones extraoficiales. Una cifra que cuestionan los expertos debido al auge de la violencia. “Lo que ocurre es que como las cifras nacionales son ocultadas por el gobierno se ha complicado la totalización de delitos en el país”, señaló Izquiel.

Y es que no solo desde 2004 no se emiten cifras oficiales de delitos cometidos, sino que además por instrucciones del director del Servicio Nacional de Medicina y Ciencia Forense, coronel asimilado Carlos Fernández, los cadáveres por muertes violentas de la Gran Caracas deben ser distribuidos en diferentes morgues. Entre los días lunes y viernes hasta el mediodía los cadáveres por muertes violentas se llevan a las morgues de hospitales Coche y Ana Pérez de León II; mientras que en esos días a la medicatura forense de Bello Monte solo llegan los muertos por enfrentamientos con fuerzas policiales o cuerpos en estado de descomposición.

Esta medida distorsiona las cifras reales de homicidios en la Gran Caracas, aseguró Izquiel.

85% de esas muertes son de jóvenes entre los 20 y 35 años de edad. El criminólogo Keymar Ávila apuntó que se trata de hombres que al mismo tiempo son víctimas y victimarios. “Esto se da porque la población en Venezuela en su mayoría es joven y no se les ofrecen alternativas lícitas para una vida digna. En la actualidad los jóvenes son más impetuosos y le rinden culto a las armas”, señaló.

Aumentan secuestros por bandas

Fuentes policiales señalaron que una de las megabandas más peligrosas que opera en Caracas es la llamada Los Kilombos. A ellos se les atribuyen al menos cinco secuestros en lo que va de año. Gorriño especificó que esta organización delictiva expandió las operaciones de plagios fuera de Chacao, Baruta y El Hatillo: el municipio Libertador se sumó a las zonas preferidas por los secuestradores. Catia, el 23 de Enero, Los Eucaliptos y el barrio El Guarataro son los sectores donde Los Kilombos operan, de acuerdo con las autoridades.

Funcionarios del Fuerza de Acciones Especiales (FAES) de la PNB señalaron que esta banda instala alcabalas falsas y fingen ser policías para secuestrar al conductor de un vehículo que les llame la atención, se quedan con el carro y el celular para comunicarse con los parientes.

Gorriño explicó que en los últimos dos años los secuestradores han disminuido las demandas por la situación económica. Señaló que anteriormente exigían un pago en dólares o euros para liberar a la víctima, pero ahora disminuyeron la cantidad en moneda extranjera y exigen prendas de oro como método de pago.

Roban más vehículos para desvalijarlos

Hasta la década de los noventa el hurto de vehículos era el tipo de delito contra la propiedad más frecuente. Sin embargo, en los últimos años el robo de vehículos ha predominado sobre otras modalidades. Además el delincuente ha cambiado su forma de hacerse con el bien ajeno: desvalijan automóviles para entrar al juego de la gran demanda de repuestos usados, ante la escasez que afecta al país, afirma el criminólogo Javier Gorriño. Casos como estos los conoce bien John Escalona, presidente del Bloque Norte-Sur de transporte, quien denuncia que los delincuentes someten al conductor, lo amordazan, lo maniatan y lo dejan dentro de la unidad, mientras sacan la transmisión, la caja y otras partes al autobús.

Los estacionamientos son los lugares preferidos para desvalijar los automóviles, aseguró Gorriño. Los choferes han manifestado en reiteradas ocasiones que los malhechores secuestran la unidad y piden rescate por ellas y si no lo hacen, le sustraen los cauchos, la suspensión, entre otros repuestos.

“El robo va por partes”, sostuvo el criminólogo y señala que vender las piezas robadas en el mercado negro “se ha convertido en un negocio lucrativo para los delincuentes”.