El silencio, aunque parezca mentira comunica. Hay ocasiones en las que no hablar, no decir nada, puede ocasionar más ruido que miles de palabras. Cada persona vive el silencio de forma diferente
Hay veces que es mejor callar, el silencio puede evitar una situación más grave. El silencio, aunque parezca mentira comunica. Aunque se define como la ausencia de ruido, hay ocasiones en las que no hablar, no decir nada, puede ocasionar más ruido que miles de palabras.
Cada persona vive el silencio de forma diferente, según su manera de ser su situación personal y vital. Así, para José Pedro, el silencio es “la puerta necesaria para penetrar en mi yo interior”. Respecto a cuánto tiempo puede estar en silencio, este periodista ciego señala que “no se trata de aguantar sin más, si no de buscar algunos momentos en el día para mirar dentro de sí, y el silencio lo facilita mucho”.
Al preguntarle qué supone el silencio en su vida cotidiana, señala: “supongo que lo mismo que para cualquier otra persona, pero con matices. La ceguera puede ver en el silencio un factor más de incomunicación, ya que el oído es el principal de los sentidos que relacionan a las personas ciegas con su entorno. Por otra parte, el encuentro frecuente con estos silencios no buscados hace que la persona ciega se haya acostumbrado con más facilidad a convivir con el silencio exterior, llegando no sólo a soportarlo, sino a tenerlo como aliado a la hora de reflexionar”.
Para el periodista, “es una gran verdad la frase prefiero ser dueño de mis silencios que esclavo de mis palabras, pero cuesta practicarlo. Cuántas veces, llevado por la situación o en el calor de una discusión, he dicho cosas que luego debería de haberme callado, porque son injustas, han ofendido a otro, no son ciertas o exactas”.
Para José Pedro, “estar constantemente enchufados a algo, huyendo del silencio, es más cómodo y placentero, sólo hay que dejarse llevar. No hace falta pensar mucho, ni reflexionar sobre casi nada. Sólo dejarse ir, vivir, dejarse llevar por nuestras sensaciones o sentimientos. Sobre si se puede comunicar con el silencio, Mariano, otra persona ciega, dice que sí.
“Prueba de ello fue José María García, cuando hacía su programa nocturno radiofónico deportivo, que dejaba silencios inmensos y eso en radio iba en contra de la filosofía del medio. Se dice que un silencio en radio puede llevar a la pérdida de oyentes, y García demostró lo contrario pues en su emisión los silencios casi aportaban más que la propia palabra o mejor dicho, reforzaban el mensaje comunicado”.
El silencio sirve para comunicar, puede ser terapéutico, nos ayuda a encontrarnos a nosotros mismos y, también, a los demás. Puede ser una forma de huir del mundanal ruido. Buscar el propio silencio es una forma de conocerse a uno mismo y a los otros.