Actores
La transculturización sigue golpeando muy fuerte al país. En esta oportunidad, al teatro realizado en el estado Zulia. Actores y productores de la región, opinan que el principal elemento que afecta a las artes escénicas, es el público y la falta de interés del sector político.
Desde pasadas gestiones gubernamentales y municipales se evidencia el poco interés en apoyar el teatro, apoyo que va más allá del financiamiento de una obra, ya que el teatro no es para generar ganancias, sino para proyectar los distintos actos culturales.
La falta de apoyo, hace que los principales centros de artes de la ciudad, como el Teatro Baralt, Bellas Artes y Lía Bermúdez, se vean obligados a disminuir o eliminar las temporadas teatrales que anteriormente se realizaban y que el público –poco o mucho- disfrutaba.
Escasez de temporadas teatrales
Para los centros culturales más frecuentados del país, es muy difícil iniciar una temporada teatral, dado que en veces anteriores, reciben poco público. “Abrir la santamaría” implica gastos de nómina y varios, por lo que se convierte en una fuerte inversión y sin una ganancia, es algo no rentable.
“Los espacios teatrales hacen su mayor esfuerzo”, indica Nazarus Iriarte, actor de Teatro Acción (TEA). “Crean carteleras, pero es complicado mantenerla cuando no hay buena inversión y receptividad”, siguió, además destacando que: “el primer responsable es el Estado. Ellos deben invertir en el teatro. Hay que generar alternativas de cultura y entretenimiento”.
El teatro en el Estado no es rentable. Es la sociedad la encargada de culturizar, pero desde las bases (escuela, hogar, comunidad), se demuestra el poco interés a las tablas. Claro está que en el Zulia hay pocas escuelas de formación, según actores y productores, hay alrededor de tres escuelas en Maracaibo y no cumplen con una buena matrícula.
“Hay que generar cultura y eso es desde las bases, tanto sociales como familiares e institucionalmente. Hay que invertir en la cultura. El teatro se niega a morir”, afirma Iriarte.
Por otra parte, la opinión es complementada por Marcos Meza, director y productor de Titilar. “Definitivamente no hay políticas sociales. Nosotros no éramos hace 20 años un país futbolista, pero hubo el interés del Estado… En el teatro no lo hay. El teatro no es prioridad ni para los políticos, ni para la sociedad venezolana”, sentenció.
Espacios alternos
Las opciones cada vez se agotan más. Los espacios alternos, hoy en día, son los favoritos de los hacedores de arte, pero de igual forma, el montaje, escenografía, traslado, logística, entre otros factores, son igualmente costosos.
“Con la crisis del país es difícil montar una producción, porque las agrupaciones no tienen para costearla”, indicó el actor Juan Carlos Escalona. Para el intérprete “es complicado”, porque no es un negocio rentable, ya que no deja ganancia. “A los que nos gusta de verdad, lo hacemos a beneficio, porque no queremos perder nuestro público”, expresó.
“Las plazas no las estamos aprovechando, ni siquiera los espacios alternos. Hay un circuito en el centro que se le debe sacar provecho”, destacó Hermankis Parra, actor, refiriéndose a los espacios culturales que están en el centro de la ciudad, como el CAMLB, Teatro Baralt, Calle Carabobo, Auditorio Gastón Parra Luzardo del BCV, entre otros. “El problema de algunos espacios alternos, es el transporte, la inseguridad, logística, entre otros. Es un hecho criminal permitir que se pierda nuestro público”, siguió.
Para Henry Semprún, reconocido por actuar en Señoras de Maracaibo, “El teatro siempre está en crisis en Maracaibo, puesto que hay muchos grupos jóvenes, con ganas, pero sin algún profesional que los guíe (…) Además, el problema con la falta de espacios. No se trata de algo político o económico, no hay apoyo suficiente cuando se utilizan los espacios alternos para poder presentar las obras. Entonces, para qué trabajar si no podremos proyectar. Es muy difícil hacer teatro en Maracaibo”.
Público mata teatro
Dadas las circunstancias, el público olvidó aún más al teatro. Las salas culturales cada vez son menos frecuentadas, por el factor dinero. Los costos de la boletería se elevan cada vez más, acorde a la inflación que sufre Venezuela.
“El público debe tener conciencia. Los teatros principales no hacen las temporadas porque ellos tienen nóminas que pagar y las productoras tienen temor a crear por miedo a no obtener ganancias. Se realiza una temporada teatral, pero la asistencia es vaga. Por eso cuesta consolidar el teatro en la región”, expresó Arnaldo Pirela, ex director del Teatro Baralt (2007 – 2011).
El actor, Hermmankis Parra, opina que “entre los años 80 y 2000, existían academias de formación y esto conllevaba a conseguir plazas e interés social. Carlos Jiménez, fundador de Raja Tablas, creó en Caracas un festival de teatro que se convirtió en uno de los más importantes del país. No tiene que ver con dinero, sino con interés hacia la cultura por parte del sector público y privado”.