jueves, diciembre 12, 2024
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El triunfo 

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Para Aristóteles, un estado oligárquico o tirano es aquel que se hace impositivo ante sus habitantes, por lo cual los convierte en serviles

“Libertad es andar por el camino y salvar una roca atravesada en este sin necesidad de moverle para continuar la senda”. 

Si el camino se torna tortuoso por culpa de los obstáculos que se presentan; cada obstáculo salvado, eliminado es un triunfo. Este panorama plantea la lucha por el bienestar social. A diferencia de lo que mucha gente cree en ciudadanías de países con cultura política pobre donde el Gobierno se torna mandamás o déspota; el Gobierno nacional de cualquier país, es un ente servidor del mismo y no viceversa.

Todo ciudadano nacional, por inherencia, disfruta de derechos y cumple con deberes que son el producto de las costumbres y las necesidades que se han planteado a través de la historia de pueblos y naciones, lo cual, ha trascendido, primero en normas y luego en leyes, bajo el amparo de una Constitución plenamente establecida, por la anuencia de todos los ciudadanos o la representación de toda la ciudadanía del país.  

Para Aristóteles, considerando que los ciudadanos son los miembros que conforman el Estado (una República); un Estado oligárquico o tirano es aquel que se hace impositivo ante sus habitantes, por lo cual los convierte en serviles; mientras que el verdadero ciudadano se desenvuelve en democracia. Y afirma:

“Las Constituciones se nos presentan diversas en sus especies, estas en último lugar, aquellas en el primero; puesto que es imprescindible colocar las Constituciones falseadas y corruptas detrás de las que han conservado toda su pureza (…) entonces el ciudadano varía necesariamente de una Constitución a otra, y el ciudadano, tal como le hemos definido, es principalmente el ciudadano de la democracia.”

En Venezuela, ha habido un laceramiento de la Constitución, derivado de la constante tergiversación que ha hecho el Gobierno de la misma, ajustándola a su beneficio y no al beneficio del pueblo; de esa forma se ha vuelto corrupta. Parte del mismo proceso son las leyes habilitantes innecesarias aprobadas por la AN, puestas en ejecución y utilizadas para fines que no fueron los propuestos en su origen. Esto ha sido esa roca en el camino para truncar la libertad de nuestra ciudadanía. No obstante, el Gobierno, ha aguijoneado la tranquilidad del pueblo, quien, reaccionó y triunfó ante el caos con el voto castigo.

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