El único resultado de la revolución…

Es evidente, que a pasos acelerados nos estamos quedando atrás del resto de países de la región. Es este el único resultado de la revolución del socialismo del siglo XXI

Aunque la economía de América Latina en su conjunto, atraviesa por un período de estancamiento promedio en su crecimiento, según cifras del FMI se observa una heterogeneidad en el comportamiento de los países que la integran. La mayor parte de las economías, gracias a políticas macroeconómicas racionales, continúan creciendo, mientras otras presentan síntomas de recesión. 

Países como Perú, Bolivia y Paraguay tendrán en 2016 tasas de crecimiento del PIB superiores al 3,5 por ciento. México, con dificultades en sus exportaciones crecerá un 2,1 por ciento con tendencia a mejorar. Chile aun con la caída del precio del cobre crecerá 1,7 por ciento. Colombia aun con sus problemas con las FARC, crecerá 2,2 por ciento. En cambio, países muy importantes en la región decrecerán. Brasil, por sus problemas políticos decrecerá un 3,3 por ciento en 2016, pero se estima que si controla la incertidumbre política y financiera, pudiera retomar el crecimiento en 2017. Argentina, se estima decrezca un 1,8 por ciento este año, pero se prevé que pueda crecer un 2,7 por ciento en 2017, con menor inflación y cambios positivos en materia monetaria y fiscal. Ecuador, con una economía dolarizada y golpeada por los bajos precios del petróleo, decrecerá un 2,3 por ciento en 2016 y 2,7 en 2017. Pero la situación de estos países es incomparable con la nuestra, al analizar las cifras que revelan los organismos internacionales. Venezuela decreció 6,2 por ciento del PIB  en 2015, decrecerá 10 por ciento en 2016, y se estima que seguirá decreciendo en 2017. 

Cifras conservadoras estiman que la inflación alcanzará el desmesurado valor de 476 por ciento, mientras se estima que en 2017 alcance mil 660 por ciento. Estaremos en plena hiperinflación. La tasa de desempleo es calculada actualmente en 18 por ciento, muy  por encima de las cifras ilógicas del INE, y se prevé que llegará al  21,4 por ciento en 2017. Para el FMI la crisis venezolana se profundizará en 2017, pues los precios del petróleo no repuntarán significativamente y la producción de petróleo está en picada. Además no hay ningún indicio de rectificación en la orientación económica del régimen. 

La crisis de divisas será creciente con graves consecuencias en una economía dependiente de las importaciones. El aparato productivo en términos promedios está operando solo al  45 por ciento de su capacidad instalada. Venezuela se ha convertido en un país lleno de misterios y secretos, que los organismos internacionales no pueden evaluar in situ, como si lo hacen con el resto. Es evidente, que a pasos acelerados nos estamos quedando atrás del resto de países de la región. Es este el único resultado de la revolución del socialismo del siglo XXI: convertirnos en una  verdadera tragedia política, económica, social y  moral en el concierto de la América Latina y del  mundo en general.     

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