
Ninguno
Un sicario con pasamontañas ingresó en el centro familiar Mi Covacha, en el sector Niquitao Arriba del municipio Baralt, y disparó a quemarropa contra tres de sus clientes. A Alí José Martínez (40), Luis Carmona (18) y Yemi Díaz Medina (57) los atravesaron las balas mientras el resto de los consumidores y los empleados del local buscaban dónde refugiarse de las balas.
Para sobrevivir al tiroteo, unos se escondieron entre las mesas y otros en la sala sanitaria. Ninguno pudo aportarle mayores detalles a la Policía del pistolero. Solo explicaron que el desconocido ingresó ayer, a las 12.30 de la medianoche, al establecimiento. Tenía el rostro cubierto con un pasamontaña y abrió fuego contra las quienes ingerían licor.
Martínez fue el primero que recibió un disparo del asesino a sueldo. Su cuerpo cayó sobre el piso del establecimiento y murió antes de que pudieran ayudarlo. Sus compañeros, Carmona y Díaz, aún respiraban luego de que huyó el sicario. A ambos los trasladaron hasta el Hospital Pedro García Clara, en Ciudad Ojeda. Luis Enrique presentó una herida por arma de fuego en el cráneo y Yemi un orificio de bala en el cuello. Ninguno resistió a las lesiones. Sus cadáveres los trasladaron hasta la morgue del Hospital Adolfo D’ Empaire, en Cabimas.
Sin pistas
Los vecinos de la parroquia Libertador informaron que el homicida huyó con su compinche, quien lo esperaba en una moto en las adyacencias al centro nocturno. A ninguno pudieron detallarles el rostro por la oscuridad.
Los funcionarios de la Policía municipal de Baralt y del Eje de Homicidios de la Policía científica acudieron al sitio. Tras las primeras experticias, los detectives manejan el triple homicidio como un ajuste de cuentas entre las bandas que azotan la Costa Oriental del Lago.