Hoy en Santiago de Chile la contaminación del aire obligó a decretar emergencia ambiental, que luego fue sustituida por preemergencia. 20 % de los carros nuevos y 60 % de los más viejos deben salir de circulación. Algunas empresas debieron cerrar. Los entrenamientos de las selecciones de la Copa no se vieron afectados
Tras una leve mejora en la calidad del aire en Santiago, las autoridades chilenas levantaron la emergencia ambiental que afectó hoy por primera vez en 16 años a esta ciudad, y la sustituyeron por una preemergencia que obliga a paralizar al 20 % de los vehículos más nuevos para el martes.
La Intendencia (Gobernación) de Santiago dispuso que también deben salir de circulación el 60 % de los vehículos más viejos, se sugiere la suspensión de clases de educación física y se recomienda a los ancianos no acudir al centro de la ciudad.
Las medidas afectarán a poco más de 300 mil vehículos el martes.
Hoy la alta contaminación obligó a paralizar mil 300 empresas, el 40 % de los vehículos modernos y un 80 % de los antiguos, de un parque automotriz cercano a 1,7 millones. Se estima que no pudieron circular unos 680 mil automóviles.
El intendente de Santiago, Claudio Orrego dijo que las medidas vigentes el lunes disminuyeron en cerca de un 15 % el tráfico y que aumentó su velocidad.
Las autoridades sugirieron suspender las clases de educación física y se prohibió encender estufas que utilizan leña.
La alta contaminación no influyó el lunes en el entrenamiento de algunas selecciones de fútbol que disputan la Copa América.
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Periodistas observaron el lunes el entrenamiento de Chile y Colombia en la contaminada capital chilena, pero ni jugadores ni técnicos hablaron sobre la contaminación.
El siguiente partido en la capital está fijado para el miércoles, cuando se enfrentarán Chile y Uruguay en el estadio Nacional de Santiago.
Orrego había advertido que sería un día difícil para la ciudad por la falta de un 40 % de la locomoción pública, lo que se reflejó en un tren subterráneo absolutamente colapsado el lunes al atardecer y estaciones repletas de usuarios.
El gran Santiago, donde viven siete millones de chilenos, está cubierto por una gruesa capa de suciedad de color gris que no se mueve porque está atrapada entre el cordón montañoso de la cordillera de los Andes y los cerros que rodean la capital chilena.
Tampoco ha llovido, lo que convierte hasta este momento al mes de junio en el más seco en cuatro décadas. No se pronostican lluvias para los próximos días.
Los vehículos y empresas que no respeten la paralización serán multados por una cifra que bordea los 100 dólares.
Las restricciones dispuestas para el martes regirán entre las 07.30 y las 21.00 horas.