Vecinos deben quemar la basura que lanzan personas ajenas a la urbanización. Reportan robos de tapas de alcantarillas, lo que afecta aún más la ya muy dañada vialidad del sector
La situación con la vialidad, la recolección de desechos y la desaparición del alcantarillado va de mal en peor en la urbanización Ciudadela Faría, al oeste de Maracaibo, ya que los vecinos se ven obligados a quemar basura y colocar cauchos al lado de los huecos para prevenir accidentes.
El Diario La Verdad constató, el 27 de febrero, los problemas que padecían los habitantes del sector ubicado en la parroquia Idelfonso Vásquez, con el fin de hacer públicas las denuncias de la comunidad. Sin embargo, a casi un mes del reportaje, continúan las problemáticas.
Tras no ver ninguna solución a corto plazo para la falta de rejas en el alcantarillado de la calle principal, la 65, los residentes tuvieron que colocar cauchos viejos para señalar el enorme hueco, el cual representa un peligro inminente para los choferes.
Los conductores de las líneas Panamericano, Bajo Seco y Cujicito, así como particulares, motorizados, ciclistas y "bicitaxis" deben maniobrar por los pocos tramos con rejas que quedan, u orillarse para evitar caer en la enorme “guillotina”, como la conocen los residentes.
Según las declaraciones emitidas el 27 de febrero por Ana Campos, habitante del sector, al Diario La Verdad, durante el primer reportaje, “personas de la Alcaldía de Maracaibo vinieron en noviembre para llevarse las rejas y arreglarlas, porque estaban muy dañadas, pero nunca las trajeron”.
Robo de tapas de alcantarillas
Otro de los hechos denunciados en el pasado fue la cantidad de alcantarillas al descubierto, tanto en las calles como en las aceras, producto de las fechorías de personas que las venden como material de chatarra.
Dichos casos se evidencian en las calles 65 y en la 59A, al igual que en la avenida 72, lo que representa un peligro de caída para transeúntes y vehículos.
De hecho, durante este recorrido del Diario La Verdad, dos de las tapas de alcantarilla que aún estaban en su lugar, y que fueron reforzadas por los vecinos con cemento para evitar que se las llevaran, ya no estaban, dejando un gran agujero en el medio de la vía.
La mala vialidad no se queda atrás, ya que en gran parte de estas carreteras mencionadas los huecos obligan a los conductores a zigzaguear y a disminuir la velocidad para evitar dañar cauchos y tren delantero.
Quema de basura
Según Ricardo Briceño, habitante del conjunto residencial Molinos del Viento, el servicio de aseo urbano pasa una vez a la semana por el sector, pero personas de los barrios cercanos van hasta Ciudadela Faría para arrojar su basura en la cañada, aceras y terrenos baldíos.
“Vivimos peleando con esa gente, les decimos que nosotros somos los que nos encargamos de limpiar cada vez que ellos ensucian, pero nada, limpiamos entre todos y a la semana vuelven a llenar eso de basura, por eso decidimos quemarla porque ya no podemos seguir así”, exclamó.
El hombre reclamó que, a pesar de que el aseo pasa para llevarse la basura de las casas, no envían a un equipo de recolección para encargarse de las zonas en donde “la basura se está desbordando”.
Los terrenos abandonados también son usados por las personas, ajenas al sector, como “vertederos improvisados”, quienes aprovechan la falta de alumbrado público, otro grave problema en la urbanización, para arrojar sus desperdicios en la noche.
El llamado de los residentes es a que las autoridades se aboquen a resolver dichas problemáticas, además de brindarle mayor seguridad a la urbanización. Recomendaron aprovechar los espacios verdes en la zona para instalar un comando policial y evitar más robos.
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