En el Zulia no partimos de cero. Solo falta decisión para enfrentar la crisis ecológica que se hace rutina ante nuestros ojos y existencias
Laudato Si (Alabado seas), la primera encíclica en solitario del Papa Francisco, sacude con fuerza la conciencia ecológica de la humanidad ante un futuro comprometido por el deterioro ambiental.
No es fortuito que el tema ambiental inicie el ciclo histórico de encíclicas de Francisco I. Con atino, el Papa asume el cuidado del planeta como casa común y responsabilidad de todos los hombres y mujeres de esta generación .
Su Santidad denuncia con dureza “la falta de preocupación de la humanidad y el desinterés en reconocer el mensaje que la naturaleza lleva inscrito en su misma estructura”.
En 200 páginas y seis capítulos, el Papa encara el drama ambiental y su fuerza destructora, recomendando afrontar el problema sin ataduras ideológicas, ni pretendidas supremacías.
También lamenta profundamente la discordia en el mundo científico que impide concretar acciones más contundentes en la lucha ambiental. “Es imperioso un diálogo entre las ciencias mismas porque cada una suele encerrarse en los límites de su propio lenguaje”.
El Papa invita al esfuerzo interdisciplinario y a emular el trabajo de los científicos que de manera valiente, con pocos recursos, dedican su vida académica a construir salidas y propuestas a la crisis ambiental. En LUZ contamos con muchos ejemplos de vocación y solidaridad que ha permitido enriquecer un portafolio de proyectos que lamentablemente no han sido respaldados con la fuerza y pertinencia merecida.
El ambiente es una de las líneas académicas de mayor crecimiento en LUZ, con referencias como el Laboratorio de Investigaciones Ambientales (Liancol), el Centro de Estudios del Agua de la Facultad de Ingeniería, entre otros, además de contar con la carrera de Ingeniería Ambiental en el Núcleo LUZ-COL, postgrados, diplomados y cursos avanzados.
De manera que en el Zulia no partimos de cero. Solo falta decisión para enfrentar la crisis ecológica que se hace rutina ante nuestros ojos y existencias. El ejemplo más cercano lo tenemos a la vista, en la inmensidad de un lago contaminado que parece no tener dolientes.
Lautato Si, inspirada en el Cántico de las Criaturas de Francisco de Asís, nos debe servir de estímulo para sumar voluntades porque la crisis ambiental “exige a todos pensar en el bien común”, como lo plantea el Papa. “La crisis es una sola y compleja. Requiere soluciones integrales para combatir la pobreza, devolver la dignidad a los excluidos y cuidar de la naturaleza”.