Personal
Justo en la entrada, un miliciano restringe el paso. Sus preguntas radican en “qué vienes a hacer”. La alcabala es superada tras ofrecer un argumento, pero a unos metros y frente a una reja que impide la entrada a la unidad hospitalaria de registro civil del Adolfo Pons, perteneciente al Instituto Venezolano de los Seguros Sociales, permanece otro miembro de la Milicia que hace las mismas preguntas.
En la unidad de registro de la Alcaldía de Maracaibo permanece su personal, quien cumple un horario y atiende a los padres que esperaron largos ratos bajo el “inclemente” sol en las afueras de la institución, debido a que fueron sacados por el personal de seguridad. “Se les está negando el derecho a los niños y desde mediados de abril no hay presentaciones acá”, explicó una trabajadora que prefirió no identificarse.
Explicación
Adriana Briceño, registradora civil de Maracaibo, aseguró que ocurrió una situación irregular en la unidad de registro donde la persona encargada fue objeto de agresiones por parte de algunos usuarios y en vista de la situación decidieron sustituir al registrador para salvaguardar su integridad, puesto que en el centro asistencial no garantizaban su seguridad. “En aquel momento conversamos con la directora del hospital Tania Meza y tuvimos una mesa de trabajo con la coordinación de Registro Civil del estado Zulia, donde se acordó que la oficina de registro civil del CNE iba a nombrar a la persona que se haría cargo del puesto”.
La abogada comentó que eso ya tiene tres semanas y no llega el nombramiento. “Es un proceso de transición y por ley el nombramiento de los registradores civiles corresponde al Consejo Nacional Electoral”.
El funcionamiento de estas unidades se da a través de un convenio con Unicef que entró en vigencia desde el 2004 y el centro de salud debe ofrecer tanto las instalaciones idóneas como un ambiente armónico y la razón fundamental de estas es la presentación inmediata de los niños para que puedan salir con su partida de nacimiento.
Quejas
Los familiares de los recién nacidos se quejan de que en una institución pública se les niegue el acceso a sus instalaciones y reiteraron que los milicianos los maltratan tanto a ellos como al personal. La Verdad constató, durante un recorrido, que este personal de seguridad le reiteraba a los familiares que no podían entrar por “órdenes de la dirección”.
El registro civil de la parroquia Coquivacoa es el más concurrido. María, nombre ficticio por temor a represalias, comentó que no pudo registrar a su bebé y tuvo que ir tres días y pasar por un protocolo, debido a que no la dejaban entrar. “Aquí nadie hace nada para solventar este problema y ahora me toca llevar al niño hasta Coquivacoa y no tenemos cómo trasladarnos”.
Labor sin son
El personal laboral y el hospital “permiten un normal funcionamiento”, pero sin el nombramiento del nuevo registrador no garantizan el derecho a la identidad porque no existe una firma autorizada, sin embargo, antes de salir del centro asistencial, a las madres se les entrega el certificado de nacimiento con el que puede presentar a los infantes en el registro civil más cercano a su domicilio.
Trascendió que existió un ofrecimiento de nombrar un registrador accidental para que la oficina no se paralizara, pero al ser el CNE el ente rector, la decisión queda en manos de ellos. Las autoridades municipales aseguraron que esperaban una respuesta antes de finalizar esta semana, sin embargo, esta se retardó. La próxima semana se reunirán y realizarán un pronunciamiento más formal sobre el tema.
Para la publicación de esta nota se contactó a Ríchard Hill, secretario de Salud del estado Zulia y autoridad única de la región en la materia, quien explicó que la competencia sobre el centro de salud recaía sobre el Seguro Social. A espera de una respuesta más ampliada se intentó contactar de nuevo. Las llamadas fueron al buzón de voz.