
Delincuencia,
Delincuencia, drogas, mala vialidad y seis meses sin agua potable, ese es el contexto en el que viven más de 800 familias en el barrio El Ajonjolí de la parroquia Ildefonso Vázquez. “Vivir aquí no es fácil, nosotros estamos presos porque si medio nos asomamos nos quitan hasta la forma de caminar, esto es de película”, confiesa agarrada de la cerca de su casa Martha González.
Los vecinos que tienen “toda la vida” viviendo en el sector dicen que ya no recuerdan cuándo, la ahora trilla de arena, estaba asfaltada. “Aquí no entran taxis, bombas de agua ni ambulancias, nada porque estos huecos son un peligro y cuando llueve es peor porque pareciera que viviéramos en la orilla de la laguna”.
Por si fuera poco la comunidad lleva seis meses sin suministro de agua potable, denuncian que cuando logran comprar una pipa de agua la tienen que pagar en 500 bolívares. “La repuesta que nos dan en Hidrolago es que no tienen con qué trabajar”, replicó otra vecina. El calvario de los habitantes de la zona se arrecia con la acumulación de basura que ellos mismos echan en la entrada del barrio, lugar que ya es depósito de cualquier tipo de desechos incluyendo animales muertos.
La petición de los moradores de la zona es unísona. “Necesitamos que el gobernador nos eche la mano porque estamos olvidados, aquí vivimos a la buena de Dios”.