
En el Hospital Universitario de Maracaibo los pacientes además de padecer por la falta insumos médicos, también deben llevar agua mineral sellada para ser atendidos
Las fallas en el suministro de agua potable en el Hospital Universitario de Maracaibo (HUM) angustian a pacientes y familiares. Además de padecer por la falta de medicamentos e insumos, también deben llevar agua mineral sellada para poder ser atendidos.
En el área de emergencia la cantidad exigida varía dependiendo del tipo de la urgencia, en algunos casos los familiares deben llevar hasta tres pimpinas de cinco litros de agua mineral.
En un recorrido que realizó el diario La Verdad en el centro asistencial, familiares de pacientes comentaron que los médicos exigen el vital líquido para poder tratar los casos.
“Uno debe traer el agua mineral, y sellada, porque si no está sellada no atienden, ellos dicen que es por el bienestar del enfermo porque la poca que hay en el hospital está contaminada”, comentó un familiar en el área de espera.
En el caso de los hospitalizados, los familiares deben llevar agua para el aseo personal, para el consumo y hasta para los baños, que según los afectados se mantienen cerrados por la falta del líquido.
El agua que llega no alcanza
Uno de los trabajadores del Universitario explicó que el problema del suministro en HUM comenzó desde el 2017 y que cada vez empeora más.
“Cuando hay agua se bombea cuatro veces al día por 10 minutos. Los pacientes, familiares y hasta trabajadores aprovechan y llenan los envases porque no se sabe cuándo será el próximo bombeo”, reseñó uno de los trabajadores, quien no quiso identificarse.
Dianela Parra, presidenta del Colegio de Médicos del estado Zulia, denunció que la escasez de agua agrava más la situación “crítica” que atraviesan los hospitales de la región.
“Los hospitales no tienen agua. El Universitario no tiene, los médicos hacen su guardia sin agua, atienden al paciente sin lavarse las manos o cuando hay solución es que se las lavan”.
Parra puntualizó que cada paciente debe llevar su pimpina para hacerse su aseo y para el consumo. “A los pacientes se les exige el agua para poder ser atendidos y es en todos los hospitales. En los pabellones del Universitario ya van tres años que no llega”.
La gremialista considera que hay que dotar los hospitales con una fuente permanente, no como una novedad, y que sea a través de las estadísticas publicadas en los boletines epidemiológicos semanales.