Las viviendas de Japón las regalan o las venden a precios bajos, porque los antiguos dueños prefieren mudarse a las ciudades urbanizadas que invertir en una casa deteriorada. Además no quieren pagar impuestos al Gobierno por tener una propiedad abandonada
Hay más de 8 millones de viviendas vacías y los habitantes de municipios de zonas rurales las regalan o las venden a precios muy bajos. Esto se debe a la migración de las personas de los campos a los urbanismos
Las casas son gratuitas por su estado antiguo o en deterioro y los dueños no quieren renovar la infraestructura por los altos costos. Por lo tanto prefieren regalarlas para no pagar los impuestos al Gobierno de Japón por tener propiedades sin ocupar, reseñó el portal web REthink Tokyo. Este fenómeno demográfico se ha expandido de en los poblados hasta los suburbios de las ciudades.
En Tokio, donde el 70% de los residentes vive en apartamentos, mientras una de cada 10 casas se encuentra abandonada. Los gobiernos locales se alarman por el impago de los impuestos, los riesgos de derrumbe de las viviendas junto con las condiciones de insalubridad y los problemas de vandalismo en los territorios abandonados o Akiya en el idioma japonés.
El instituto Nomura Research Institute (NRI) advierte que el año 2033 habrá 21,7 millones de propiedades vacías. También, El centro de estudios Fujitsu Research Institute determinó que la cantidad de casas abandonadas llegará a un 20% del total de viviendas en el país en el año 2023. No obstante, “No hay una sola respuesta al problema”, señala en un informe el centro de estudios.
Existen entes municipales que entregan subsidios a los nuevos propietarios para que desmantelen la casa para la construcción de un nuevo domicilio. Otra resolución a la problemática según expertos de la industria inmobiliaria es limitar el número de construcciones nuevas con el fin de promover la adquisición de propiedades viejas. No obstante, la medida afectaría el desarrollo económico proveniente la venta inmobiliaria, la construcción de bienes y el pago de impuestos.
La Organización Japonesa de Migración Interna de Japón sostiene que algunos desarrolladores inmobiliarios desean invertir en las propiedades habitables. No obstante, son pocos los que han firmado los contratos de adquisición, lamentó el organismo.
Los empresarios locales no compran las akiya en las áreas rurales por su poco potencial comercial y el desinterés de los compradores por vivir en esas zonas.