El colector de la calle 92 colapsó y desde entonces el agua permanece perenne en las calles, provocando molestias, enfermedades y un olor “insoportable”
Los habitantes del sector Lomas del Valle II tienen dos meses inhalando el olor putrefacto que despiden las aguas negras que ya alcanzan 12 cuadras. El colector de la calle 92 colapsó y desde entonces el agua permanece perenne en las calles, provocando molestias, enfermedades y un olor “insoportable”. Según los vecinos “la culpa es de ‘Hidromalo’, porque no hacen el trabajo como es debido. Vienen miran y se van”, criticó Eliel Villalobos, comerciante, quien además apuntó que las ventas han bajado porque la gente prefiere no pasar por esa calle.
La calle 67A es la más afectada, sobre todo por la cantidad de ventas de comida. Joudi Méndez, vendedor de alimentos comentó: “Hidrolago vino hace una semana con un vacum pero el aparato de bombeo no tenía agua, se fueron y no han vuelto más”. Al menos 60 familias se ven afectadas por la situación que empeora cuando el servicio del agua potable llega a los hogares. “ya esto no se aguanta, hay muchos zancudos y los muchachos están todos picados, ¿qué está esperando Hidrolago?, ¿que nos dé dengue?”, enfatizó Marisol Arrieta, vecina.
William Carrillo, vendedor de frutas también alzó la voz: “Los clientes no compran nada porque no pueden pasar, porque a mí me pasa un caño de agua sucia por el frente del negocio, ya el agua llega a Amparo y Hidrolago bien gracias”. Tanto vecinos como comerciantes exigen a la hidrológica la solución inmediata a la situación, pues temen una epidemia por la exposición e inhalación de las aguas servidas.