Comerse
Grito al cielo. Las amas de casa que no consiguen productos a precios regulados en los comercios habituales donde se abastecen van desesperadas al mercado Las Pulgas. Buscan harina de maíz precocida, el alimento más consumido por los venezolanos, y que según el Banco Central de Venezuela tiene preferencia en 90 por ciento de los hogares.
Lograr el paquete de harina es pagar mil bolívares por el kilo en el popular centro de abastecimiento del casco central de Maracaibo. Comerse las arepas en la cena tiene un costo descarado. Más de cinco mil por ciento pagan las cabezas de familia a revendedores por un rubro que tiene control de precio a Bs. 19.
Dacia González, compradora, asegura que “no hay” donde conseguir la precocida de maíz. Ni la fórmula con mezcla de arroz que está en Bs. 220. Recordó que en las bodegas de su barriada “estaba a 800 bolívares”, hasta que desapareció de los anaqueles. No es usuaria de los supermercados porque tiene “un niño de cuatro años que no puedo dejar solo para pasar horas en una cola. No puedo ir”, lamenta.
En Las Pulgas sale aterrada porque la comida aumenta de precios. “El arroz está en 700 bolívares y ya dicen que también llegará a mil bolívares. Habrá que comer plátanos por arroz y harina”, suelta como alternativa al encarecimiento de los alimentos. Aunque el plátano, venta por unidad, ronda los 60 bolívares.
Escalada de precios
Gilberto Espitia, vendedor de fororo y chicha, ya no sabe dónde rodar en su bicicleta buscando el precio más bajo. Su interés no es harina. Persigue azúcar y leche en polvo. Reconoce que buscar en otros mercados es perder el tiempo cuando “en Las Pulgas hay de todo”.
El sobre de leche en polvo se expende en los pasillos del mercado a tres mil 500 bolívares. La papeleta no está a la vista en los mesones y tarantines. Los buhoneros ocultan el producto. Solo venden al cliente frecuente.
Espitia va diariamente luego de la venta de sus bebidas. Sostener el negocio “es vivir cada día de lo que se venda y lo que quede de la compra”. Y es que el kilo de azúcar trepó de 350 bolívares a Bs. 600, pese a que el mes pasado se ajustó a 72 bolívares.