Desde hace dos años, unas 20 familias de la urbanización Monte Bello, ubicada en la avenida 10 con calle NÑ, parroquia Coquivacoa, muy cerca de la urbanización Acuarelas, viven sumidas entre aguas putrefactas debido a la desatención de las autoridades, situación que se ha agravado en los últimos dos meses.
Nazareth Carvajal, una de las vecinas afectadas, explicó que, en sus inicios, el problema no era tan severo como ahora. Comentó que anteriormente acudía un equipo vacuum para “medio solventar” la situación, pero desde julio del año pasado no ha regresado ningún camión succionador al lugar.
Según la señora, madre de una niña de tres años, la problemática se intensificó luego de los trabajos realizados en la parte alta de Monte Bello.
“Desde que hicieron el trabajo de Monte Bello arriba, a nosotros se nos empeoró esto aquí. Nosotros en ese tiempo fuimos a hablar a las autoridades y nos dijeron que los vecinos de allá arriba estaban más graves que nosotros y luego venían para acá. Quedaron en esa promesa”, contó en conversación con el Diario La Verdad.
Indicó que una comisión de la Gobernación se presentó en el sector, tomó fotografías y realizó mediciones. Les informaron que el vacuum ya no era suficiente, y que era necesario “restituir el colector”, cuyo daño abarca unos 100 metros.
“Nos dijeron que el lunes siguiente, y te estoy hablando de antes de las elecciones de gobernador, venían a comenzar el trabajo, y no hubo ningún lunes”, lamentó.
Ante la falta de soluciones, la comunidad volvió a solicitar atención a la Gobernación, donde les dijeron que ya el proyecto estaba aprobado y que solo debían tener paciencia. Sin embargo, con el cambio de Gobierno regional, esto quedó en simples promesas.
“Ellos están abocados a la zona oeste y ya para la zona norte no creo que tengan proyectos”, agregó.
Se llenan los pies de cloaca
Carvajal destacó que en la urbanización hay niños pequeños e inclusos bebés y personas mayores que se han visto afectados por los olores nauseabundos y las condiciones de insalubridad. Además, relató que una actividad tan cotidiana como salir al frente de su casa se convirtió en una odisea, ya que debe mojarse los pies con agua de cloaca.
“Yo tengo una niña de 3 años, mi vecina tiene una niña de tres meses y una de dos años. Ya yo no puedo salir ni para el frente de mi casa en la villa porque tengo un bote de agua, que el Gobierno, la Alcaldía, Hidrolago, no nos quiere apoyar”, aseveró a La Verdad.
La mujer indicó que han realizado denuncias ante la Hidrológica del Lago de Maracaibo (Hidrolago), pero sus súplicas no son escuchadas. Además, algunos funcionarios les habrían sugerido que pagaran por la movilización del vacuum, en medio de la esperanza de tener una solución temporal.
“Hasta nos llegaron a decir que, si no obteníamos respuesta alguna, teníamos que buscar a la gente que maneja el vacuum de Hidrolago, pagarles y que así era que venía el vacuum”.
El impacto se extiende a otros sectores como Rómulo Gallegos, donde se reportan casos de dengue entre niños. “A ellos prácticamente, en el tapón, les desemboca el agua de todas las tapas que ya están abiertas, y esos niños y que han tenido dengue”, precisó.
La habitante de Monte Bello expresó que los vecinos temen que una fuerte lluvia cause una inundación en la zona residencial. “Tenemos temor que venga un aguacero de esos fuertes y se nos inunden nuestros hogares. Aquí hay casas y residencias”, manifestó.
Con indignación, la mujer también comentó que la infraestructura sanitaria está colapsada. “Ya no bajan los sanitarios. Ya son los baños que están colapsados, dan bomba y se desbordan”, relató.
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