
Antibióticos llegan en pocas cantidades y se acaban en pocas horas. Los farmaceutas coinciden en que los antibióticos llegan en muy pocas cantidades, en algunos casos 12 o 24 cajas, y se acaban en pocas horas
Omaira Rodríguez es docente y como muchos invierte parte del día en buscar medicinas para sus alumnos, compañeros, amigos y familiares. Se organiza por sectores o según las pistas que ofrecen las redes sociales y al día recorre hasta once farmacias. Durante una de sus búsquedas salió despavorida cuando le dijeron el precio de una caja de pastillas para el dolor 435 mil bolívares.
“No hay nada para la reconstrucción de la flora intestinal. Desde diciembre es una odisea intentar tratar una diarrea”. La aseveración de Omaira coincide con el estudio elaborado por la ONG Convite en 150 farmacias, en diciembre de 2017, que determinó que la ausencia de los tres principios activos, Ciprofloxacina, Trimetropin y Metronidazol, fue absoluta en los municipios Baruta, Chacao y El Hatillo, así como la de medicamentos para la diabetes.
Convite precisa que seis de las ocho sustancias usadas para el tratamiento de las infecciones respiratorias agudas estuvieron completamente escasas. Y el municipio con mayor acceso a los antihipertensivos fue El Hatillo con un índice de escasez de 75 por ciento.
Freddy Ceballos, presidente de la Federación Farmacéutica Venezolana (FFV), señaló que ocho de cada 10 medicamentos están fuera de inventario en las farmacias. Las fallas se ubican en 90 por ciento en el caso de los fármacos de alto costo para enfermedades como cáncer, VIH y hemofilia.
Los farmaceutas coinciden en que los antibióticos llegan en muy pocas cantidades, en algunos casos 12 o 24 cajas, y se acaban en pocas horas pues para completar el tratamiento las personas generalmente deben comprar dos cajas.
Los altos costos agravan el problema de la accesibilidad. Según la FFV, los precios de las medicinas registraron un incremento de dos mil a tres mil por ciento pues se adquieren al precio del dólar paralelo.
“El aumento desmesurado de los precios de los medicamentos obedece a la falta de divisas”, dice Ceballos y recuerda que desde octubre de 2016 no se liquidan dólares Dipro y desde agosto de 2017 no se entregan divisas Dicom.
Mantener los créditos
Para Luis Francisco Cabezas, presidente de la ONG Convite, la manera de reactivar la industria es que el Gobierno se siente con las cámaras farmacéuticas y cancele las deudas que tiene con ellas.
“Es un asunto vital. Que no lo llamen ayuda humanitaria si no quieren, pero el cáncer y la hemofilia no esperan”, asegura Ceballos, para quien urge revisar las políticas económicas. Alerta sobre el riesgo de quiebre de muchas farmacias independientes pues los laboratorios están buscando cambiar el crédito que otorgan a los distribuidores y droguerías por el pago de contado.
“Si aquí se pierde el crédito muchos establecimientos desaparecerán porque no están en la capacidad de cancelar las facturas de contado y esto acabaría con la disponibilidad de los medicamentos”, dijo Ceballos.
A juicio de Francisco Valencia, portavoz de Codevida, el Ejecutivo debe permitir la creación de una comisión interdisciplinaria que evalúe propuestas de cooperación internacional en materia de salud y nutrición, según reseña El Universal.