Los santaritenses denunciaron que no tienen dinero para comprar agua, entre los vecinos se ayudan, pero la situación es crítica. Omaira López, una de las afectadas, sostuvo que la compra semanal y los choferes de camiones cisterna quieren vender toda el agua del camión hasta en 40 mil bolívares
Habitantes del sector El Mene en el municipio Santa Rita, denuncian que tienen tres meses sin recibir agua por tubería, motivo por el que decidieron protestar en plena avenida para exigir a Hidrolago y los representantes de la Alcaldía el suministro del mineral.
Los santaritenses denunciaron que no tienen dinero para comprar agua, entre los vecinos se ayudan, pero la situación es crítica. Omaira López, una de las afectadas, sostuvo que la compra semanal y los choferes de camiones cisterna quieren vender toda el agua del camión hasta en 40 mil bolívares.
“A veces entre varios vecinos pagamos el camión, pero la condición es que la casas estén una al lado de la otra, prefieren botar el agua que queda que llevarla a otra casa que esté más retirada, no es fácil la situación”, señaló la mujer.
De mal en peor
Otros perjudicados por la carencia de agua indicaron no tienen para comprar ni una pipa y solo pueden adquirir un botellón de agua potable para cocinar y tomar. El mal estado de dos bombas en el embalse de Burro Negro genera la escasez del vital líquido.
En Cabimas hay sectores que tienen hasta dos meses sin recibir agua. Ambrosio, es una de las parroquias más afectadas. Se espera que en los próximos días se restablezca el servicio en la subregión y publiquen los cronogramas de envíos.
En la parroquia El Mene, en Santa Rita, una comisión llegó y medió con los manifestantes, quienes no desestimaron retomar las acciones de calle, aún cuando les prometieron enviarles camiones cisterna y resolver el malestar a corto plazo.
La semana pasada
La semana pasada un estudio realizado en el Núcleo Costa Oriental del Lago de LUZ determinó que la ventas informales de agua embotellada no garantizan un producto de calidad. Los especialista analizaron las muestras obtenidas en seis puntos informales de distribución de agua en botellones, ubicados en tres parroquias del municipio Cabimas, y se determinó que el producto no cumple con la calidad fisicoquímica y microbiológica establecida en las normas vigentes, por lo que no resulta apto para el consumo humano.