En EEUU la izquierda también engendra pobreza, la cual alcanza el 80 por ciento de la población; en las ciudades con gerencia de líderes de izquierda, la criminalidad, y los impuestos entre otros, obligan a migrar hacia los paraísos conservadores dentro de la Unión
En Venezuela al día de hoy el holocausto y la hecatombe se mantienen. La comunidad internacional simplemente se ha venido haciendo la desentendida. Solo una parte del sistema político americano es capaz de entender lo que la matanza del pueblo venezolano significa.
Mantenemos nuestra posición, que por “las buenas” la matanza sostenida por los socialistas no va a menguar. Parece que los ensangrentados dólares provenientes, ya no solo del petróleo, sino de la destrucción del medio ambiente y del narcotráfico, no son suficientes para detener eso que con sarcasmo denominan “ayuda internacional”.
Bien no les podrá seguir yendo a ese entorno internacional, como no le ha ido bien con la aceptación de la realidad cubana por seis décadas. Salir del socialismo bolchevique costó 100 millones de vidas. En China siguen sumando. En EEUU la izquierda también engendra pobreza, la cual alcanza el 80 por ciento de la población; en las ciudades con gerencia de líderes de izquierda, la criminalidad, y los impuestos entre otros, obligan a migrar hacia los paraísos conservadores dentro de la Unión.
El hundimiento de Europa solo es cuestión de tiempo: en la locomotora socialista, recién España se va montando al tren del horror. Simplemente el modelo colapsa, ante la mirada inclemente de unos señores que disfrutan de la igualdad en la miseria que genera el social-esclavismo, bien jacobino, bolchevique o keynesiano, matices particulares de un modelo fracasado, del cual solo se lucran unos, esclavizando a otros.