Nueva York cuenta con una ley que permite decomisar, restringir la compra o el acceso a armas de fuego por parte de personas que puedan representar un peligro para ellos o su comunidad.
Nueva York cuenta con una ley que permite decomisar, restringir la compra o el acceso a armas de fuego por parte de personas que puedan representar un peligro para ellos o su comunidad.
La Ley de Orden de Protección para Personas en Riesgo Extremo (ERPO) o “Ley de alerta roja”, permite que cualquier persona acuda ante la Corte Suprema del estado para pedir a un juez que se intervenga a una persona que muestre signos de ser un riesgo.
El nuevo estatuto, con el que Nueva York se une a otros 16 estados con leyes similares y que el gobernador Andrew Cuomo firmó en febrero, entra en vigencia después de los más recientes tiroteos en el país, ocurridos en Texas y Ohio, que causaron en conjunto 32 muertos y varios heridos en un periodo de trece horas, lo que hizo que resurgiera el debate para un mayor control de las armas.
Esta legislación amplía las leyes de control de armas de fuego de Nueva York, las más estrictas de la nación, y convierte a este estado en el primero del país en empoderar a sus maestros y administradores escolares para evitar tiroteos en escuelas apelando a la intervención judicial, destacó Cuomo cuando la convirtió en ley.
El gobernador se mostró complacido este sábado de que el estatuto entre finalmente en vigencia y afirmó que el flagelo de la violencia de las armas y los tiroteos masivos que asolan a EE.UU. en los últimos años están empeorando “y en parte se alimentan por el fracaso de Washington de mantener las armas de fuego fuera del alcance de las personas que amenazan con violencia a otros”.
“Nueva York ha liderado el camino para poner fin a esta locura aprobando las leyes más fuertes de la nación, incluida la ‘ley de alerta roja’ que entra hoy en efecto”, indicó en un comunicado.
Destacó que esta ley hace de Nueva York el primer estado que empodera a maestros, agentes del orden y miembros de una familia a buscar la intervención de una corte y aportar evidencia si creen que alguien es peligroso para ellos u otras personas.
“Cerca de la mitad de los perpetradores de tiroteos masivos exhiben señales de alarma antes del tiroteo: esta nueva ley ayudará, en primer lugar, a mantener las armas alejadas de esas personas peligrosas y evitará tragedias innecesarias”, dijo Cuomo y afirmó que “es tiempo de que el Gobierno federal siga el ejemplo de Nueva York”.
“Mi mensaje para el presidente Donald Trump y los republicanos en el Senado es simple: dejen de doblegarse ante la Asociación Nacional del Rifle (NRA por su sigla en ingles). Promulguen una ley nacional de bandera roja ahora. La vida depende de ello”, sostuvo.
Tras acudir a la corte, el juez evaluará la evidencia y podría realizar un audiencia el mismo día si se determina que “es probable que la persona participe en una conducta que resultaría en un daño grave para sí misma o para otros” lo que permitirá que las armas sean removidas de inmediato.
Aunque Trump dijo tras los últimos tiroteos que está trabajando con el Congreso para endurecer los controles de antecedentes para los compradores de armas, afirmó que esa reforma debe tener en cuenta las ideas de la poderosa Asociación Nacional del Rifle, a la que ha apoyado a través de su presidencia.
Tras los incidentes en Texas y Ohio el mandatario ha insistido en que el problema no es la capacidad de sus conciudadanos para comprar armas diseñadas para la guerra, sino los desequilibrios mentales de “unos monstruos”.