La desesperación invadió a la familia González tras haber transcurrido dos días sin saber nada de ambos, sin que volvieran a casa. En ese momento comenzó la odisea de Marta para dar con el paradero de sus hermanos
Ya han pasado dos años y nueve meses desde que Milagros del Valle González de Anicetti (37) y su hermano Wilson Enrique González Camargo (24) desaparecieron, el 25 de febrero de 2015, en la urbanización La Coromoto, municipio San Francisco.
A la casa de Milagros, en el sector Milagro Norte, se dirigió su amigo, Johandry González, para invitarla a salir a un establecimiento de cómida rápida de la urbanización. La dama accedió y buscó a su hermano en su casa, en el sector El Callao.
Trataba de convercerlo, pero este se rehusaba. Milagros le insistió hasta que finalmente aceptó la invitación. Esa fue la última vez que Marta González, su hermana, supo de ellos, contó en entrevista con La Verdad.
“A Wilson lo llamó Milagros antes de llegar a su casa, pero lo hizo desde un número desconocido. Presumo que unos desconocidos la obligaron a hacerlo y los secuestraron”, denunció González.
La desesperación invadió a la familia González tras haber transcurrido dos días sin saber nada de ambos, sin que volvieran a casa. En ese momento comenzó la odisea de Marta para dar con el paradero de sus hermanos.
En la sede del Grupo Antiextorsión y Secuestro (Gaes) de la Guardia Nacional le aseguraron que los hallarían hasta “debajo de las piedras”, pero solo procedieron con algunas averiguaciones. Nunca los localizaron.
Un funcionario de la Policía científica le informó que el caso fue remitido a la División de Homicidios. “Me confirmaron que a Milagros y a Wilson los mataron, ya que ahora manejan la situación como un doble homicidio”, aseveró la familiar.
Según un reporte policial al que Marta tuvo acceso, el cuerpo detectivesco se encuentra en la búsqueda de un delincuente conocido como el “Guasa” y lo vinculan con la desaparición y presunto asesinato de los hermanos González.
En un principio, el caso fue puesto a disposición de la Fiscalía 46.° del Ministerio Público, pero lo remitieron sin razón aparente a la Fiscalía 11.°, en el municipio San Francisco, y allí quedó engavetado.
“A Johandry González lo usaron como carnada para ese secuestro. Tenía apariencia de delincuente. Trabajaba como médico forense en una clínica de San Francisco”.