Los oficiales comentaron que la víctima vestía una camisa de cuadros, beige; un pantalón de vestir, gris; y unas botas de seguridad, marrón. Al inspeccionarlo no encontraron documentos de identidad, pero sí le observaron unas heridas por arma de fuego
Un cadáver, aún sin identificar, encontraron en el sector 23 de Febrero, barrio Integración Comunal, en la parroquia Luis Hurtado Higuera de Maracaibo.
El olor putrefacto despertó, el pasado sábado, la curiosidad de los vecinos, quienes inspeccionaron varias calles para saber de dónde salía el olor. Parcialmente enterrado encontraron a un hombre en el patio de una casa de la avenida 111 con calle B1. Removieron un poco la tierra que cubría al infortunado. Lo primero que vieron fue el brazo izquierdo y luego la cabeza.
Unos de los residentes se comunicaron, la tarde del pasado sábado, con la Policía para notificar sobre el hallazgo. La comisión asistió a la escena y se mantuvo hasta la llegada de los detectives del Eje de Homicidios de la Policía científica.
Los oficiales comentaron que la víctima vestía una camisa de cuadros, beige; un pantalón de vestir, gris; y unas botas de seguridad, marrón. Al inspeccionarlo no encontraron documentos de identidad, pero sí le observaron unas heridas por arma de fuego.
Los curiosos no lo reconocieron al occiso de piel morena, contextura regular y con la dentadura destrozada, ya estaba en avanzado estado de descomposición.
En la furgoneta de medicatura forense montaron el cadáver y lo llevaron a la morgue para practicarle la necropsia. Los funcionarios no han determinado el móvil del caso, esperan que el cuerpo sea identificado.
Miedo a reconocerlo
Tres mujeres se acercaron ayer en la tarde a la morgue forense en busca de un pariente que está desaparecido desde el viernes 28 de julio y con características similares al occiso de Integración.
Los trabajadores de la morgue abrieron la puerta y ordenaron que una de ellas entrara para completar el proceso de identificación, ninguna se atrevió.
Una de las mujeres comentó que su pariente lo conocen como “Encho”, de 38 años, y su residencia está a dos cuadras de donde encontraron el cadáver.
“Encho” trabaja como mecánico en un taller de la Circunvalación 2. Uno de los allegados agregó que salió de su casa para laborar y no regresó. Desde entonces lo buscan en hospitales y comandos policiales, pero no obtienen respuestas.