A las 2.30 de la madrugada de ayer varios delincuentes entraron por el callejón “voy y vuelvo” del barrio, abrieron la puerta de la vivienda de Yonglis y lo tirotearon sin mediar palabras. Al ver que no se movía salieron corriendo con las pistolas entre el cinturón del pantalón.
Los vecinos del barrio La Cruz, parroquia Encontrados del municipio Catatumbo, saltaron de sus camas al escuchar las detonaciones de una pistola. Nadie se asomó por temor, al cabo de unos minutos vieron que a Yonglis Antonio Rojas Camargo, de 37 años, lo habían asesinado.
A las 2.30 de la madrugada de ayer varios delincuentes entraron por el callejón “voy y vuelvo” del barrio, abrieron la puerta de la vivienda de Yonglis y lo tirotearon sin mediar palabras. Al ver que no se movía salieron corriendo con las pistolas entre el cinturón del pantalón.
La Policía científica llegó al lugar al cabo de unas horas. Algunos parientes de Rojas contaron a los funcionarios que viven cerca y solo vieron correr a los homicidas. “Escuchamos los disparos y al asomarnos vimos que los ‘tipos’ corrían”. Al ver la puerta de la casa abierta se alarmaron. Al entrar consiguieron a su pariente bañado en sangre.
Los detectives levantaron el cadáver y lo llevaron a la morgue del Hospital III de Santa Bárbara para la autopsia de rigor. Los funcionarios manejan el caso como una venganza. El entorno familiar y las amistades de la víctima son primordiales para la investigación según un funcionario.