No
El deber de los hombres de derecho es esparcir la verdad entre los hombres de abuso, por más dispuestos que estén estos últimos a pisotear tan preciosa semilla. Pedro José Hernández Moreno / Padre del Periodismo en el Zulia
Resulta no solo preocupante la actitud asumida por algunos países miembros de la OEA en contra de la actual crisis que vive nuestro país, es también inmoral en su condición; si bien es cierto, no podemos olvidar la trascendencia histórica de los venezolanos quienes gallardamente batallaron para darle la libertad a siete naciones del dominio opresor. Hoy, esa hazaña ineludible se la ha llevado el alzhéimer histórico, terrible enfermedad que en los últimos años ha azotado a la comunidad americana y a sus líderes indolentes.
Tras un agudo repunte de esta patología, producto de la aparición de otra enfermedad para muchos más grave aún que la anterior denominada por la ciencia como indiferencia, pretenden soslayar su error siendo este injustificable por demás. Esta posición absurda nos recuerda una frase del clérigo sudafricano Desmond Tutu quien dijo: “Si eres neutral en situaciones de injusticia, has elegido el lado opresor”.
Es inconcebible como naciones hermanas dan la espalda al llamado de auxilio de millones de venezolanos, las estadísticas son cada día más alarmantes del deterioro económico, social y cultural que reina en el estertor de la casi extinta República.
No es un capricho ni un favor pedirle a la comunidad internacional se pronuncie para recuperar el hilo constitucional, el cual fue bordado en un sombrero vueltiao, tradicional de la cultura zenú originaria de Colombia, dicho esto con base en la verdadera nacionalidad del ilegítimo y en su reiterada disposición de violentar la ley a su antojo. Por cierto, aprovecho la oportunidad de exigirle como venezolano y con derecho basándome en la bicha “pseudónimo utilizado por el difunto para referirse a la Constitución que él mismo tergiversó con un fin, y que ahora ha sido contraproducente para el Gobierno pretendiendo violar nuevamente” muestre su partida de nacimiento; así como está implementado en los distintos establecimientos comerciales donde acuden las madres para poder adquirir un paquete de pañales o una fórmula láctea para la sana alimentación de sus hijos. ¡Quien no la debe, no la teme!
Quiero recordar a los más de 30 millones de venezolanos, aunque hoy en día son mucho menos por la cantidad que han emigrado y los más de dos mil que mueren mensualmente sin estar en guerra, que en los pasados períodos de gobierno lo que no servía se cambiaba como es común en toda sociedad, y el actual período no es la diferencia. Este problema es de todos los venezolanos, y solo nosotros podemos realizar el anhelado cambio. Actuemos ya, antes que nos dé alzhéimer…