Hilda Márquez dio a luz a un par de morochos prematuros, una hembra y un varón, en el centro de salud el pasado 18 de octubre y permanecieron allí recluidos, pero siete días después murió el niño
Los familiares de un recién nacido que falleció en el hospital Adolfo Pons, claman por el cuerpo del niño. Hilda Márquez dio a luz a un par de morochos prematuros, una hembra y un varón, en el centro de salud el pasado 18 de octubre y permanecieron allí recluidos, pero siete días después murió el niño. El cuerpo del neonato no estaba en la morgue forense del recinto y los médicos no entregaban a la niña, quien se encontraba estable, según los allegados.
“El bebé tuvo dificultad respiratoria cuando nació y a los tres días lo llevaron a la UCI porque tenía problemas para respiratorios. Lo intubaron y dijeron que tenía infección pulmonar”, narró indignada Yeimy Márquez, tía del fallecido, quien precisó que el 25 de octubre los galenos llamaron a la progenitora para decirle que el pequeño había muerto a causa de un paro respiratorio.
El proceso de reconocimiento del niño en prefectura demoró tres días y ayer, cuando estaban preparados para el sepelio del cuerpo, “el bebé no aparecía”. Tras investigaciones, los dolientes descubrieron que el neonato fue entregado a una familia de El Moján, quienes tenían el mismo apellido. Ellos lo enterraron por confusión, pues “creían que era su familiar”, una niña que aún yace en la morgue. Los ubicaron y procedieron a la exhumación del cadáver. “Es negligencia médica”.
Los Márquez responsabilizan al hospital por lo sucedido y según se conoció, el director del Pons se trasladó hasta El Moján. “Aquí los médicos y el director llegaron a un acuerdo con ella para que no peleara ni dijera nada. Dicen que correrán con los gastos, a cambio del silencio”, denunció Adriana Tenerelli, prima de los morochos. Detalló que el bebé no estaba identificado. “En la morgue hay 30 niños muertos y entre ellos, una que está desde julio”. Pasadas las 3.00 de la tarde de ayer, la menor fue entregada a su madre. Los familiares exigen justicia.