
El
Tener un descanso profundo y reparador ofrece mejor calidad de vida y la energía suficiente para hacer frente a la jornada de trabajo, algo esencial en nuestro día a día. Sin embargo, se comenten errores sin saberlo, que hacen que el cerebro se exalte más de lo debido impidiendo obtener un adecuado descanso por las noches.
Algunos de los errores más comunes los hacemos sin darnos cuenta:
Obligarse a dormir
Esta es una situación muy común. Se hace tarde para ir a dormir y al otro día debes depertarte muy temprano, y empiezas mentalmente a decirte «debo dormir, debo dormir». Realizando esto el cerebro en vez de «desconectarse» y relajarse se pone a trabajar mucho más, ya que se focaliza la atención en una sola cosa elevando de esta manera el estrés. Lo mejor es no hacer nada que cause ansiedad para que el sueño llegue poco a poco.
Tener un horario descontrolado
El cuerpo necesita hábitos, rutinas y pautas con las que regular sus funciones básicas, tales como la alimentación y los ciclos de sueño. Esto significa que no se debe tomar el hábito de ir a dormir a la 1:00 am para levantarte a las 5:00am.
Lo ideal es cenar dos horas antes de acostarse, para darle tiempo al organismo para que haga la digestión. La mejor hora para ir a dormir está siempre entre las 10.30pm y las 11.00pm. Aunque eso no quita que en ocasiones especiales, una o dos veces por semana se alargue un poco más la hora de ir a la cama.
Cercanía a los equipos electrónicos
¿Quién no revisa su celular o ve la televisión antes de dormir? Es muy difícil de evitarlo. En muchas personas se ha convertido en parte de un hábito. No obstante, hay que tomar conciencia de que las pantallas de los dispositivos electrónicos sobreexcitan nuestro cerebro con sus ondas electromagnéticas, así que es necesario que mantengamos un equilibrio.
La televisión no nos ocasionará tantos problemas de sueño como el móvil, una tablet o el portátil. ¿La razón? Por lo general, establecemos una distancia más saludable, donde nuestra vista no experimenta tanta estimulación. En este caso, lo más recomendable es leer un libro, ya que la lectura disminuye la ansiedad o el insomnio.
Las preocupaciones en la cabeza…
Toda la ansiedad y estrés acumulado en el día en muchas ocasiones sale a flote cuando se decide ir dormir, en ese momento en el que se apaga todo y empieza el silencio. Allì aparece esa voz interior que recuerda cada una de las preocupaciones en un modo casi obsesivo. Cuando se revisa el reloj ya ha pasado más de una hora sin conciliar el sueño.
Es complicado manejar este tipo estrés. No obstante, es necesario que se establezcan prioridades y que los problemas no se conviertan en lo más importante de la vida. Practicar algún deporte o realizar ejercicios en el día a día ayudan de alguna manera a liberar toda esa ansiedad acumulada en el cuerpo.
Una dieta balanceada
Es frecuente que luego de una jornada de trabajo las personas lleguen tan cansadas, con «hambre desatada» y con ganas de comerse hasta el refrigerador. Sin embargo, se debe procurar realizar platos ligeros, en los que las proteínas no falten, y a su vez, sean cosas fáciles de digerir, ligeras y libres de grasas. Las sopas, las verduras al vapor, los pescados ricos en omega tres y las infusiones siempre resultan muy adecuadas.
Al poner en práctica estos consejos poco a poco se irá venciendo al insomnio.