jueves, diciembre 12, 2024
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“Es duro enfrentar la realidad, pero no podemos esconderla”

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El director del Hospital Chiquinquiru00e1 se mostru00f3 conmovido ante la situaciu00f3n hospitalaria en el Zulia. (Foto: Josu00e9 Nava)

Jhonny Soto, director del Hospital Chiquinquirá, habló en exclusiva para La Verdad de la situación de salud en el Zulia. El servicio de educación y recuperación nutricional atiende más de 80 niños al año en estado de desnutrición. El centro médico garantiza el tratamiento interhospitalario para más de 200 pacientes

La escasez de medicamentos y la situación económica del país golpean sin piedad la salud de los venezolanos. En el Zulia, pacientes y familiares piden limosna para poder comprar los medicamentos. Receta en mano, deambulan por el casco central de la ciudad con la esperanza, no solo de poder juntar el dinero para comprar la medicina, sino de conseguirla en las farmacias. Ante esta situación Jhonny Soto, director del Hospital Chiquinquirá de Maracaibo, recalcó que la mística, el apego y el compromiso son valores indispensables en el centro médico para luchar contra la realidad.

“Es duro cuando tenemos que enfrentar la realidad, que no podemos esconder desde ningún punto de vista. Le doy gracias a Dios porque Él es nuestro mayor amparo, como médico me toca servir de apoyo al paciente en todos los aspectos, la idea es devolverle la sonrisa, que se sienta atendido y satisfecho. Cuando la gente llega al hospital buscándome se me pone el corazón chiquitico porque ellos saben que yo los voy a ayudar”.

Enfatizó que el Hospital Chiquinquirá se mantiene “en pie de lucha ante la adversidad” y que aún, en medio de las circunstancias, “está operativo el 100 por ciento en atención médica”. Sin embargo, reconoció que su personal hace “un gran esfuerzo por mantener las consultas”. Lamentó que los pacientes no cumplen sus tratamientos fuera del hospital por falta de medicinas. “Nuestra meta es nunca decirles que no, sino atenderlos y buscar la ayuda necesaria”.

Trabajan con las uñas  

Marielis Rodríguez, subdirectora del Hospital Chiquinquirá, informó que actualmente el centro médico tiene medicamentos para la atención intrahospitalaria. Señaló que, dependiendo de sus fallas y requerimientos, la proveeduría regional despacha semanal o quincenalmente medicamentos al hospital. “Tenemos antibióticos y analgésicos de un solo tipo, nuestra mayor deficiencia es con las inyectadoras, pero la situación es general, porque no hay plástico para fabricarlas”. 

En el Chiquinquirá hay casos excepcionales de pacientes con antibioterapia, según informó Rodríguez, en los que “si el paciente puede terminar el tratamiento en su casa, nosotros coordinamos y le entregamos el resto del tratamiento que falta, porque sabemos que es un paciente con tendencias a mejorar y así desocupamos la cama”. Aunque refirió que por ser un hospital tipo III, con varias especialidades, reciben una cantidad baja de antibiótico, donde más les rinde es con los bebés. Sin embargo, no dan abasto. La especialista en ginecobstetricia apuntó que el aumento de la sociedad con necesidades médicas ha limitado la cantidad de medicamentos.

“Tenemos muy buena relación con la proveeduría regional que depende de la Gobernación, conforme a la disponibilidad que tengan hablamos con los médicos de guardia para que nos adaptemos al tratamiento que tenemos disponible. Hay casos en los que sí se puede y otros en donde no, ahí es cuando la gente tiene que salir con su receta a buscar los medicamentos”.

Recuperan vidas 

El Hospital Chiquinquirá es referencia en pediatría en el Zulia. El servicio de educación y recuperación nutricional para niños malnutridos y desnutridos atiende más de 80 niños al año bajo estas condiciones. Marielis Rodríguez recalcó que los niños que entran en este programa, que se enlaza con el Instituto Nacional de Nutrición, no solo recupera al niño sino a la madre. 

“La madre sale doblemente recuperada porque además desarrolla el apego al niño de atenderlo y quererlo. Porque la gran mayoría de estos niños desnutridos vienen de estratos sociales muy bajos, donde no tienen acceso a la comida ni a los medicamentos”, aportó Jhonny Soto, quien mostró su preocupación sobre la proliferación de embarazos adolescentes no controlados.

El servicio de educación y recuperación nutricional está actualmente en su capacidad, 10 cupos, que dependiendo de las necesidades y la demanda puede incrementarse hasta 13 cupos cada 45 días que es su ritmo de rotación.  

“Qué pasa con estos pacientes: si ingresan con una patología infecciosa, van al séptimo piso, en hospitalización. Después que esta parte se soluciona, reciben recuperación nutricional. Dentro del programa las madres aprenden algunas destrezas para ganarse la vida y cómo preparar los alimentos”.

La lactancia materna es fundamental para la recuperación de los bebés, la subdirectora del Chiquinquirá explicó que las madres visitan tres veces al día al lactante que está bajo el programa de nutrición. “Ellos se recuperan hasta adecuar nuevamente su sistema digestivo, con fórmulas sin lactosa ni soya y se les da merienda”. Un equipo médico especialista se encarga de los casos -pediatra, nutricionista y visitador social- que luego de su alta quedan en control con el hospital.

“Siempre ha habido casos de desnutrición, lo que pasa es las madres no se cuidan el embarazo, por eso vemos que los niños son más vulnerables a infecciones”.

Reforzar valores

Jhonny Soto informó que se reunirá con el jefe de almacén, de farmacia, de seguridad, de recursos humanos, saneamiento y mantenimiento del hospital para “despertar en ellos lo que nosotros sentimos, el deseo de cambio, que la gente vea el hospital como su casa, porque eso es lo que nos hace falta a todos, independientemente de las circunstancias que las que se encuentra el país”.

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