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Atacar el hambre es una de las prioridades de la Alcaldía de Maracaibo. Las políticas del Gobierno nacional cada vez más le trunca la vía de abastecimiento para los programas alimentarios en favor de la gente; por lo que están en una fase de “reinvención” que insta a pequeños y medianos empresarios a sumarse como proveedores de los mercados populares para los sectores más necesitados.
“Caminamos todos los días en los barrios. Es impresionante ver cuando la alcaldesa Eveling de Rosales entra a una casa y lo primero que ve son las ollas volteadas y el ama de casa sentada en el frente viendo quién puede pasar para que le tienda la mano. Nos encontramos a personas que nos piden comida llorando. Cuando vemos eso, muchas veces llegamos al punto de que uno se compromete como persona y hace una labor que va más allá del cargo. A la alcaldesa le han tocado momentos muy duros y por supuesto, eso empeora con ese muro de contención que nos encontramos a la hora de que te ven como gobierno de oposición”, declaró Lys América Torres, presidenta de la Fundación para el Desarrollo de la Economía Popular de Maracaibo (Fundepo), en entrevista con La Verdad.
Hace aproximadamente año y medio no reciben alimentos a través de las guías de la Superintendencia Nacional de Almacenes, Silos y Depósitos Agrícolas (Sada) con las que se abastecían de productos básicos para venderlos a precios módicos a los más pobres.
“Como gobierno de oposición no tenemos acceso a muchos alimentos de primera necesidad. Tenemos el código Sada, pero no nos venden los alimentos, ni nos asignan la distribución porque sencillamente pensamos diferente. Ese ha sido un impedimento para seguir haciendo los mercados. La solución ha sido las alianzas estratégicas con empresas privadas”. Toca “reinventar” el Gobierno en tiempo de crisis y acudir a otros proveedores, insiste Torres, haciendo eco de las palabras de la mandataria local.
Lamenta encontrar familias que no tienen nada para comer, a las cuales le hacen donativos de alimentos. "Visitas esas zonas y lo que piden es comida".
- ¿Qué es lo más difícil que han enfrentado en su recorrido por las comunidades?
- Mirarle los ojos al hambre. Eso es lo más duro que nos ha tocado. Cuando tú miras a un padre que sabes que tiene a sus hijos sin comer, tú estás mirando los ojos del hambre; cuando ves a una madre que está desesperada porque sabe que sus hijos no comen, le estás mirando los ojos al hambre; cuando ves los ojos brillantes y la mirada perdida de un niño, es porque esa criatura está pasando hambre. Eso es lo más duro, es algo que no se había visto antes en Venezuela.
Reingeniería: Ganar-Ganar
El hambre requiere acciones urgentes, sostiene la presidenta de Fundepo, quien invita a los pequeños y medianos empresarios a sumarse para proveer alimentos. Es un ganar-ganar, con el que la Alcaldía fortalece el Plan Cayapa, a través del cual dan gratuitamente servicio médico y social a las comunidades más necesitadas. Hasta ahora, el oeste de Maracaibo recibe el beneficio por concentrar las zonas que mayor pobreza tiene; pero el programa se extenderá a todo el municipio.
“Sabemos que muchos están emprendiendo ante la crisis. Son productores que no tienen marcas reconocidas y que quieren trabajar. A ellos es nuestro llamado. Las puertas están abiertas”, expuso Torres.
Recalcó que los grandes productores, a veces, no escapan a las trabas. “Aquí no hay cogollos. Todo es íntegro. Les ofrecemos el apoyo gubernamental, la logística, lo que tiene que ver con el aparataje, la parte operativa, seguridad. Les brindamos todo eso. Los agrupamos y hacemos una gran feria”.
Destaca que en los mercados populares se vende carne, chivo, ovejo, pescado, huevos, verduras y hortalizas, mantequilla, quesos, salsas y demás rubros, cuyos precios están entre 20 y 30 por ciento menos de lo establecido en otros comercios.