Dicho festival se abrirá el 16 de febrero con la proyección de She came to me, una comedia romántica dirigida por Rebecca Miller con Anne Hathaway, que se exhibe fuera de concurso
El cine de España y de América Latina pugnará de nuevo por los premios principales en la próxima Berlinale, un año después de que la española Alcarrás de Carla Simón ganara el Oso de Oro y ahora con una muy fuerte presencia tanto en la sección oficial como en Encounters.
El filme español 20.000 especies de abejas, de Estíbaliz Urresola Solaguren, y Tótem, de la mexicana Lile Avilés, son los dos representantes de esas cinematografías incluidas entre las 18 aspirantes a los Osos que repartirá el jurado, presidido por la actriz estadounidense Kristen Stewart.
El festival se abrirá el 16 de febrero con la proyección de She came to me, una comedia romántica dirigida por Rebecca Miller con Anne Hathaway, que se exhibe fuera de concurso.
Será una Berlinale volcada en Ucrania y la lucha contra el régimen iraní, reveló el director artístico del festival, Carlo Chatrian. Ambos temas se abordarán de forma paralela al discurrir de la competición, mientras que en esta habrá abundantes temas familiares o en torno a la infancia.
La película de Urresola, formada en la Universidad del País Vasco, formó parte del programa de coproducciones de la Berlinale. Es, según destacó Chatrian, “una película muy conmovedora”, ya que cuenta “lo difícil que puede ser para algunos encontrar el nombre con el que nos gustaría que nos llamaran”.
El filme aborda la historia de Lucía, una niña de ocho años transexual a la que sus compañeros siguen llamando por su antiguo nombre: Aitor. Con ganas de escapar de ese ambiente, solo desea la llegada del verano para dejar atrás el infierno que sufre en el colegio.
Tótem gira en torno a una niña, cuyos ojos están marcados por la tristeza, explicó Chatrian. Es una película “íntima y conmovedora que trata de familia, pérdida y ternura”, agregó el director.
Al encuentro de Encounters
Películas de España, Argentina y México forman parte de la sección Encounters, la segunda sección de la Berlinale, centrada en dar un mayor espacio a las diversas formas narrativas y documentales.
Samsara, del español Lois Patiño, cuenta, según explicó Chatrian, “un viaje bastante increíble desde un templo budista en Laos hasta un pueblo costero en Tanzania”.
Recordó el responsable del festival que las obras de Patiño se presentaron en muchos festivales, entre ellos también la Berlinale, en la sección Fórum, y que Samsara es “preciso como un documental lo puede ser y realista, pero también onírico”.
También en el ámbito de la filosofía llega el documental Orlando, ma biographie politique (Orlando, my political biography), filme debut del filósofo español Paul B. Preciado.
En este documental, producido por Francia, Preciado, escribe una carta a Virginia Woolf en la que le dice que su personaje de ficción se ha convertido en realidad.
“Preciado es una referencia entre filósofos y comisarios. Su forma de cuestionar la visión binaria del sexo y la visión heteronormativa del mundo ha jugado y juega un papel importante, no solo en el festival”, dijo Chatrian.
Aquellos que no conocen a Preciado tal vez esperan una película “oscura”; al contrario, el filme es “bastante alegre y abierto a todo el mundo”, agregó.
El filme argentino Adentro mío estoy bailando, de Leandro Koch y Paloma Schachmann y coproducido con Austria, es una road movie desde Argentina a Europa: “Es una historia de amor, es un documental, es una película de ficción”, afirmó Chatrian.
Se trata de un encuentro con la tradición musical klezmer en Europa del Este, en la zona entre Ucrania, Moldavia y Rumanía, “pero es también mucho más: es una película que desafía categorías”.
Protagonizada por los dos cineastas, Koch y Schachmann, “es sobre todo una película llena de humor y amor e inspirada en la tradición judía de la historia dentro de la historia”, resumió Chatrian.
Desde México llega el documental El eco, de Tatiana Huezo, coproducido con Alemania, un filme que como sus anteriores habla de “lugares que han sido abandonados por el gran flujo de la civilización”, donde los derechos humanos corren peligro, pero donde al mismo tiempo “la vida tiene un sabor muy fuerte”.
Chatrian recordó que Huezo se consolidó en pocas películas como “una de las cineastas más interesantes en el género documental”, descubierta con su película El lugar más pequeño, que dice mucho del estilo y el interés de la cineasta, agregó.
Estos cuatro filmes forman parte de los 16 títulos, procedentes de 21 países, que conforman este año la sección Encounters.
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