La especulación se desenvuelve en el campo de la cotidianidad ciudadana o común y en el campo de la ciencia y la tecnología, siendo esta última antes que benigna, inocua. Por tal motivo, especular tiene como espíritu la propaganda
Aristóteles, en su lógica contempla que la teoría como ciencia es lo más bello y lo más grato, fundado en el movimiento y la sustancia, o sea, la felicidad. Especulaba.
Cuando se propaga una idea en función de lograr un fin sujeto a características o condiciones y que el emisor primario desea que ejerza un efecto o produzca un resultado positivo a tales pretensiones; se está especulando. Entonces, especulación es el deseo de obtener, mediante la propagación de una idea, una visión subjetiva de un propósito. El mismo tiende desde la ficción hasta la expectativa.
La especulación se desenvuelve en el campo de la cotidianidad ciudadana o común y en el campo de la ciencia y la tecnología, siendo esta última antes que benigna, inocua. Por tal motivo, especular tiene como espíritu la propaganda. Cuando se especula el ente emisor de la idea o concepto participa a un receptor primario (medio de difusión) el contexto de la idea, el medio se encarga de llevarlo a otros ámbitos que son los receptores finales. Por ende, quienes captan la idea, si esta tiene el resultado que el emisor primario o especulador deseaba es positivo, el mismo puede ser falso o verdadero.
Un pescador, después de su jornada llega al puerto, vende su producto al intermediario primario a 50 dólares/libra, el primer comprador debe ganar un porcentaje -producto de reventa- y anuncia: el pescado estará a 120 dólares//libra para el comprador final. La noticia se propaga con la premisa de que la información salió del puerto; entonces, no se manejará que el comprador primario debe adicionarle el 30 % a su producto para la venta, ni que el segundo revendedor debe adicionarle otro 30 % al producto para venderlo al comprador final, sino que el producto se vendió desde el puerto a 120 dólares/libra, por ende, el resultado es inflación, o sea, un falso positivo.
Especulación científica es cuando el investigador anuncia haber encontrado factores que dan esperanzas de descubrimientos; por ejemplo, el de un antídoto o medicina para una enfermedad, o cuando se cree haber encontrado fundamentos de nuevos avances tecnológicos con el ejercicio de nuevos patrones de física o química. Luego tal expectativa crea un valor moral en función de aliviar las angustias con una nueva esperanza en el campo de la medicina.