Esperanza y realidad parlamentaria

Por un consenso político, el 4 de enero se escogió por primera vez en votación directa y secreta, el nuevo presidente del cuerpo legislativo

Venezuela ha vivido en menos de un mes, un verdadero renacer de la esperanza. El 6-D pasado, el electorado dio un apoyo a las fuerzas de la unidad opositora, consiguiendo la mayoría absoluta de la nueva Asamblea Nacional. Y el 4 de enero se escogió por primera vez en votación directa y secreta, el nuevo presidente del cuerpo legislativo. Y por un consenso político, sabiamente reglamentado, el resto de la directiva. Lo que hemos visto en menos de 30 días, es un ejercicio pleno, gozoso y fructífero del voto como instrumento del cambio político. Y lógicamente un renacer de la esperanza en la democracia y en su poder regenerativo en la sociedad.

Las palabras del experimentado presidente electo de la Asamblea, Henry Ramos Allup, son alentadoras. Y de manera especial, marcan el camino de lo que será la gestión parlamentaria opositora. “A los venezolanos les pedimos que nos vigilen, que nos exijan. Seremos leales al electorado. No vamos a ser un contrapoder, vamos a ser el poder autónomo legislativo nacional. Mantenemos el compromiso de buscar una solución constitucional, democrática, pacífica y electoral al cambio de Gobierno. El 5 de enero vamos a juramentar a nuestros 112 diputados”.

Estas palabras, deja tres mensajes claros de parte del destacado parlamentario, a mi juicio. 1). La unidad opositora va a responder a los intereses del electorado, por tanto, pide vigilancia y exigencia. No sienten  que se les ha dado un cheque en blanco. Si no por el contrario que el electorado tiene control sobre la colisión y puede ejercerlo. Pide que lo ejerzan  2). El Parlamento va a ser un poder autónomo y por tanto, no se aceptarán  las maniobras o artificios para que desconozcan los 112 diputados que ganaron en buena lid y 3), lo más importante y significativo, es que  habrá una búsqueda por un cambio de Gobierno de manera constitucional, electoral, democrática y pacífica. Esto último podría traducirse en un referendo revocatorio o una convocatoria a una AN Constituyente, conforme a las estrategias que se tracen en la unidad opositora y a las acciones de resistencia del régimen de Maduro. 

Definitivamente, renace la esperanza. Estemos pendientes de nuestros vientos de cambio. Hay mucho camino que recorrer, con muchos peligros, porque el régimen esta desesperado. Pero desde ya, hemos empezado la reconstrucción del país y de la democracia, con buen pie.

Visited 5 times, 1 visit(s) today