Estado de Excepción

En Venezuela la declatoria del Estado de Excepción no se traduce en el cambio del desenvolvimiento de la vida cotidiana de sus ciudadanos

El hombre siente la necesidad de crear y justificar un sistema jurídico que le garantice el orden de los factores sociales que juzga, adecuado a la consecución de sus fines. Así, lo crea a su modo, conforme a sus creencias e intereses, y establece las exenciones convenientes. Esa necesidad surge al establecerse en un territorio, estructurarse y tomar posiciones en torno a los medios para conseguir la realización de sus objetivos, sean específicos sean universales, y ante la necesidad de compartir una serie de factores indispensables para su supervivencia, así como ante sus deseos de racionalidad, de justicia y de eficacia de sus actos en la convivencia social.

En nuestra Constitución vigente se encuentran establecidos los presupuestos para que ante una realidad extraordinaria se puedan declarar y decretar medidas temporales y extraordinarias con el objetivo de subvertir dichos eventos atípicos y devolver el equilibrio social a un grupo de ciudadanos en un territorio determinado ó todos los habitantes del Estado según la proporción de la medida, aparejada dichas medidas a la restricción de algunas garantías establecidas en la Carta Magna. 

En Venezuela la declatoria del Estado de Excepción no se traduce en el cambio del desenvolvimiento de la vida cotidiana de sus ciudadanos, las muy recientes experiencias en donde se encuentran sometidos a la medida municipios de los principales estados fronterizos es un reflejo de ello, por lo que debemos ser vigilantes que esos eventos extraordinarios cesen y al mismo tiempo cuidar porque la tradición de cultura y la cosmovisión establecida por la sociedad no varíe, no se trastoque, no se disminuya para que no alteremos la herencia social a las generaciones que se levantan.

En circunstancias de polarización política como las actuales, en nuestro país siempre van a existir detractores de decisiones que comprometen garantías constitucionales, sin embargo, alejados de las opiniones de voceros de cualquier tendencia política la población en general respalda y respaldará la acción que le devuelva el sosiego, la paz y las costumbres que unos pocos le han despojado a la mayoría de bien, y quienes tenemos responsabilidades como servidores públicos; inequívocamente tendremos la responsabilidad de velar que ante medidas excepcionales no se vulnere el Estado Democrático, Social de Derecho y de Justicia que representa nuestro pilar para construir una sociedad moderna, con futuro donde su mejor activo sea la sumatoria de todos sus ciudadanos.

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