
Hillary
Hillary Clinton, exsecretaria de Estado de EE.UU. y favorita entre los demócratas para llegar a la Casa Blanca, aseguró estar “molesta” con la situación en Venezuela y esperanzada por los avances que puede vivir Cuba.
Durante una conversación con Efe en San Antonio (Texas), tras recibir el respaldo a su campaña del secretario estadounidense de Vivienda y Desarrollo Urbano, Julián Castro, Clinton repasó algunos de los retos a los que se enfrenta Latinoamérica y las nuevas perspectivas regionales derivadas del restablecimiento de las relaciones entre Washington y La Habana.
La exsecretaria de Estado lamentó la situación que se vive en Venezuela, donde, a su juicio, la democracia está siendo “socavada” se ha dado “un paso atrás” a partir de la llegada de Hugo Chávez (1999-2013) al poder.
“Estoy muy molesta por lo que está ocurriendo en Venezuela. Creo que es un retroceso. Venezuela fue una de las primeras democracias (del continente), y durante mucho tiempo hubo un enfoque positivo sobre cómo resolver los problemas, sobre cómo aprovechar los muchos recursos naturales de Venezuela, sobre los retos de la gente”, aseguró.
Ante el acercamiento con Cuba y la consecuente legitimación de Estados Unidos ante el resto del continente, Clinton deseó que los demás países del hemisferio se unan para “lograr un cambio pacífico” en Venezuela.
Pulgar arriba
No dudó tampoco en apoyar la nueva estrategia de la Administración del presidente Barack Obama con La Habana, aunque sí manifestó su preocupación por las todavía existentes violaciones de derechos humanos en la isla.
“Era una cuenta pendiente desde hace mucho tiempo y trabajé por ello cuando era secretaria de Estado, porque creo que tenemos que hacer más de aquello que pueda resultar exitoso para ayudar a los cubanos, para que tengan más democracia, más libertad y oportunidades económicas”, dijo.
“Me gustaría ver al resto de la región apoyando más la democracia en Cuba y defendiendo los derechos humanos del pueblo cubano a medida que vamos avanzando”, consideró.
Estados Unidos y Cuba restablecieron sus relaciones diplomáticas y reabrieron embajadas en las respectivas capitales en julio pasado después de más de medio siglo de enemistad y siete meses después de que los presidentes Barack Obama y Raúl Castro sorprendieran al mundo con el anuncio de un proceso de acercamiento bilateral.
Respecto al embargo, aseguró que si llega a la Presidencia de Estados Unidos tratará de flexibilizar todo lo posible la situación desde el brazo ejecutivo, pero matizó que para lograr su levantamiento es necesaria la aprobación del Congreso, y para eso Cuba habrá de poner más de su parte.