Estrangulan al descuartizador de los hermanitos Arévalo

El cuerpo llegu00f3 en horas de la mau00f1ana a la morgue del Hospital de Cabimas. (Foto: Jolitze Isea Garcu00eda)

A Alfredo José Jiménez lo torturaron, le taparon la cabeza con una bolsa negra y lo colgaron del techo de su casa. La familia desconoce la participación del “Vaquero” en el asesinato de Heiber y Cleiberth. Comentaron que desde que encontraron sus cadáveres no salía de su casa

Después del descuartizamiento de los hermanos Heiber (11) y Cleiberth (14) Arévalo Marín, Alfredo José Jiménez, apodado el “Vaquero”, se enclaustró en su residencia. Allí lo buscaron su verdugos. Aprovecharon que estaba solo para someterlo, taparle la cabeza con una bolsa negra, torturarlo, estrangularlo y colgarlo del techo de la habitación principal de su casa, en la calle principal del barrio San Simón, municipio Lagunillas.

El cadáver del sospechoso lo encontró, el pasado viernes en la noche, su familia. La mujer de Jiménez corrió a buscar a sus vecinos, con su ayuda lo bajó, intentó reanimarlo, pero ya no respiraba, contaron los conocidos a la Policía. 

La mayor impresión para sus parientes, recordaron los curiosos, fue cuando le quitaron la bolsa negra del rostro. Tenía moretones. Llamaron a los cuerpos de seguridad y esperaron a que la Policía científica retirara el cadáver.

Los efectivos informaron que el hombre tenía al momento del hallazgo al menos cinco horas sin vida, por el estado del cuerpo. Iniciaron las investigaciones para dar con los responsables. Del homicidio no hubo testigo. La pareja del “Vaquero” visitaba a unos familiares.

Nerviosismo

Algunos conocidos comentaron que Jiménez se negó a salir de su residencia luego de que se divulgara en asesinato de los hermanos. Se le veía nervioso. Los Jiménez desconocen el vínculo o la participación del obrero en el crimen, pero defendieron su reputación. 

A los hermanos Arévalo Marín los raptaron el 13 de agosto cuando iban a comprar un paquete de Harina PAN en un abasto de la invasión Gran Simón, en Ciudad Ojeda. Los descuartizaron con un machete y ocultaron sus pedazos en una zona enmontada cercana a su residencia. Unas 13 horas después encontraron sus restos. 

Su madre, Belkis Marín, por los restos de ropa pegada a los restos. La mujer acusó al “Flaco” y a su familia, quienes señalaban a sus hijos de robarse un par de ovejos. Este juró vengarse, pese a que Marín le aclaró que sus muchachos no participaron en el hurto de los animales.

Fugitivos

Por el asesinato de los hermanos, encarcelaron a Édward José Ramírez Nava, de 19 años, quien prestó su vehículo, Apache, azul, placa A18BW8S, para que los homicidas escaparan. 

La Policía busca a Humberto José Puche, alias el “Flaco”, Mariela González Suárez, Francisco Javier Morales Fernández, José Abel Ramírez Piña y una adolescente, de 14 años. Todos huyeron de su residencia horas antes del homicidio. 

 

 

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