El cantautor español Alejandro Sanz fue homenajeado por estrellas de la música latina como Persona del Año por la Academia de la Grabación de la Música latina
La noche de este miércoles 15, la Arena del Hotel Mandalay Bay de Las Vegas se convirtió en la sala de la casa de Alejandro Sanz. El lugar más cómodo y acogedor para que el cantautor español se dejara querer por los nombres más importantes de la música latina.
Más de 25 años de carrera y una larga lista de éxitos lo elevaron hasta convertirlo en la Persona del Año 2017, ese grandilocuente título que entrega la Academia de la Grabación de la Música latina, el mismo ente que desde hace 18 años concede los Grammys y que premió con el mismo título a artistas como Shakira, Miguel Bosé, Marc Anthony, Joan Manuel Serrat, entre otros.
La apertura estuvo a cargo de Natalia Lafourcade, quien luego de equivocarse cantando No es lo mismo, pidió disculpas al público comenzando de nuevo la complicada y profunda letra de Sanz. Le siguió Juan Luis Guerra, convirtiendo el tema Desde cuando en una melódica bachata.
David Bisbal ofreció una enérgica presentación interpretando El alma al aire, seguido de la Niña Pastori con La fuerza del corazón, actuación que emocionó notablemente a la audiencia. Luego de esta lluvia de aplausos y de un Alejandro Sanz visiblemente conmovido, llegó Mon Laferte al escenario para cantar Mi soledad y yo, interpretación que dejó boquiabiertos a los más de mil asistentes a la gala, quienes interrumpieron varias veces a la chilena para romper en vítores, convirtiéndola en uno de las más destacadas de la noche.
Jesse y Joy, Rosalía, Luis Fonsi y Gian Marco prosiguieron entonando éxitos de la prolífica carrera de Sanz, y sirvieron como preámbulo para que Anitta, Nick Jonas y Residente hicieran una muy interesante versión de Looking for paradise, canción que originalmente Sanz canta con Alicia Keys.
Alejandro Fernández ofreció su potentada voz para cantar Y si fuera ella, y luego Juanes y Camila Cabello cantaron Quisiera ser.
Juan Luis Guerra volvió al escenario como designado por la Academia para entregarle el galardón a Alejandro Sanz, quien muy conmovido agradeció a cada uno de los presentes, a los músicos "Por su tiempo, por su talento, por dedicármelo", y a la vida por haberle presentado una guitarra y las ganas de hacer música.
Sanz aprovechó el micrófono y la atención de todos para recalcar que "la música lo cura todo". "El mundo estaría mucho más enfermo si no fuera por la música", dibujó con palabras, justo antes de pedirle a sus hijos, presentes en la gala, que nunca dejen de soñar y que no dejen de ser valientes, para luego cerrar cantando su gran éxito Corazón partío.