
El
Kerelis Yendez no podía contener el llanto por la muerte del segundo de sus tres hijos. La tarde del sábado recibió una llamada, Kelvin José Villasmil Yendez (14) se había ahogado en la piscina del Bohío Doña Carmen, en el municipio San Francisco. Instalaba con unos amigos el sonido para una fiesta.
El adolescente decidió ir por la insistencia de sus amigos. A las 2.00 de la tarde entró a la piscina, sus compañeros lo vieron nadar unas dos veces tranquilamente, al poco tiempo observaron que flotaba. Los vecinos lo llevaron al CDI de El bajo. Llegó sin signos vitales, recordó Yendez.
“Él no quería bañarse al principio, me dijeron sus amigos”. La madre del adolescente dijo que desde hace cuatro años sufría de ataques de epilepsia, presumen tuvo uno y no pudo nadar. No descartan un paro cardíaco.
La familia comentó que su pariente tenía un golpe en la cabeza al llegar al CDI. Uno de sus tíos que se encontraba en la medicatura forense comentó que “pudo darse con el borde porque tiene un boliche en la frente”.
Su madre se lamentaba mientras recordaba el episodio, expresó, que en el momento, aún no habían llegado los invitados al centro recreacional, “Solo estaban los que instalarían el sonido”.