Resulta muy perjudicial que el desempleado se aísle y deje de hablar con sus amistades y parte de su familia. Por el contrario, es muy positivo que amplíe su círculo de relaciones, salga a la calle y se mantenga con interés permanente por todo
La inmensa mayoría de las investigaciones indican que la pérdida del trabajo y el desempleo involuntario de larga duración son unas de las experiencias más frustrantes a las que puede enfrentarse un ser humano. Ello es así porque el trabajo tiene una doble función para la persona: por una parte, satisface las necesidades primarias (alimentación, hábitat, etc.) y, por otra, satisface las necesidades de autorrealización.
En cierta ocasión le preguntaron a Freud cómo definiría a una persona sana mentalmente y contestó de forma intuitiva: “Aquella que es capaz de amar y trabajar”. Es decir, aquella persona que puede ‘descargar’ de forma adecuada su “quantum” de pulsiones: el eros, a través del amor, y el thanatos (agresividad) a través de la actividad laboral.
Medidas para evitar caer en la depresión por desempleo.
1. Vivir el momento presente. El desempleado debe hacer un ejercicio de comprensión real de la situación, tanto de sus “reservas económicas” como de sus posibilidades profesionales. No puede caer en generalizaciones (“el país está fatal”, “no existe ningún empleo para mí”) pues, de esta manera, lo único que consigue es entrar en un “círculo pesimista”, que le puede llevar a la desesperación.
2. Planificación del día a día. El desempleado no está de vacaciones y, por lo tanto, debe procurar ‘normalizar’ en lo posible su jornada diaria: levantarse a una hora prudencial, salir con los amigos, disfrutar de la familia y de las aficiones.
3. Hacer deporte. El desempleo es más fácil de sobrellevar si se practica deporte, porque este ayuda a sentirse más ágil, física y mentalmente.
4. Organizar el tiempo dedicado a buscar trabajo. Es necesario dedicar un tiempo a la “búsqueda de empleo”, pero tampoco esta actividad se puede convertir en la única acción de la vida del sujeto. También es preciso que se preocupe por la formación y la preparación para abrir el abanico de posibilidades laborales.
5. Importancia del grupo familiar y social. Es importante que el desempleado se sienta arropado por la familia (esta debe manifestar una actitud acogedora y no culpabilizadora), ya que el grupo constituye el mejor medio de contención para evitar que el síndrome del parado se configure.
Resulta muy perjudicial que el desempleado se aísle y deje de hablar con sus amistades y parte de su familia. Por el contrario, es muy positivo que amplíe su círculo de relaciones, salga a la calle y se mantenga con interés permanente por todo.