El exministro portugués Armando Vara ingresó este miércoles en prisión para cumplir la pena de cinco años que le fue impuesta por el caso “Face Oculta”, en el que fue condenado por tráfico de influencias
Vara, quien fue ministro del Gobierno del socialista António Guterres (1995-2002), se presentó en la prisión de Évora (centro-sur de Portugal) después de que la jueza Marta de Carvalho decretase el lunes un plazo de tres días para su entrada en prisión.
“Vengo a cumplir una pena que considero extremadamente injusta. Es un momento difícil”, declaró a los periodistas a su llegada a la cárcel de Évora, donde llegó acompañado de su abogado, y reiteró su inocencia.
El Tribunal de Aveiro dictó en 2014 una pena de prisión efectiva de cinco años contra Vara por tres delitos de tráfico de influencias.
La defensa del exministro presentó un recurso, pero el Tribunal de Relación de Oporto corroboró la decisión en 2017.
Vara agotó también, sin éxito, sus posibilidades de apelación en el Supremo y el Constitucional.
En el proceso de “Face Oculta”, uno de los casos de corrupción mayores de Portugal en los últimos años, se condenó a Vara por su implicación en una red de tráfico de influencias, fraude, corrupción y blanqueo de dinero para favorecer al grupo empresarial de Manuel Godinho en sus negocios con compañías públicas y privadas.
Según los jueces del proceso, quedó probado que Vara recibió 25.000 euros de Godinho como compensación por interceder en favor de sus firmas.
Vara, que también ejerció como presidente de la mayor entidad financiera privada del país, el Banco Comercial Portugués (BCP), es además uno de los acusados de la “Operación Marqués”, el caso de corrupción que afecta al exprimer ministro socialista portugués José Sócrates.
El “Face Oculta” también salpicó a Sócrates, aunque no llegó a ser acusado por la Justicia. EFE