Éxodo de maestros amenaza el futuro de la educación privada

La educaciu00f3n privada va en vu00edas de extinciu00f3n en todo el pau00eds. (Foto: Archivo)

La Asociación Nacional de Instituciones Educativas Privadas denunció que anteriormente, sostenía encuentros con los ministros de Educación todos los meses, para buscar alternativas a la crisis

La educación privada en Venezuela atraviesa la peor crisis de toda su historia. La hiperinflación y el colapso de servicios básicos hacen imposible el sostenimiento de estructuras de costos y la asistencia oportuna a las aulas de clases. 

Entre 300 y 600 mil bolívares mensuales pagan padres y representantes por la educación de niños y adolescentes en instituciones privadas. Los ingresos alcanzan, mayoritariamente, para el pago de nómina con sueldos que no satisfacen las necesidades económicas del docente y trabajador.

La Asociación Nacional de Instituciones Educativas Privadas (Andiep) estima que, consecuencia de los bajos salarios y la crisis económica nacional, el éxodo de docentes de esta área académica es del 60 por ciento. “Si se te van los profesores y no puedes mantener una educación de calidad, ya es un cierre técnico del colegio, y eso ya sucede en muchos lugares”, expuso el presidente del gremio, Alejandro Conejero.

Muchos profesores prefieren renunciar antes que subsistir con “paupérrimos ingresos”, por lo que la institución ha perdido profesores de informática, natación y música. “Estamos perdiendo profesionales de calidad, con años de formación, que están en otros países demostrando la calidad de Andiep, ganando lo que vale su trabajo”, lamentó Conejero.

En estados como Táchira, por ejemplo, la crisis es mayor. Un profesor en Cúcuta, ciudad fronteriza de Colombia con Venezuela, puede ganar 50 millones de bolívares al mes, al cambio del peso con el bolívar. En Venezuela, el salario promedio oscila entre dos y cuatro millones de bolívares.

Aumentar los salarios y asegurar el mantenimiento de la infraestructura pasaría obligatoriamente por incrementos estrepitosos en las mensualidades de los colegios, que no podrían ser costeados por los representantes y, además, tampoco serían aprobados por la Superintendencia para la Defensa de los Derechos Económicos (SUNDDE).

Manos atadas

El colapso general del transporte público genera ausentismo laboral o retraso en la llegada de los docentes. Conejero, educador y directivo radicado en el estado Carabobo, señaló que los profesores no llegan a tiempo a clases por la escasez de unidades, realidad que se replica en el estado Bolívar, donde casi a diario hay protestas por falta de autobuses.

Los colegios sobreviven de manos atadas, optimizando el único recurso del que disponen de sobra: la vocación de la enseñanza. “Hace un año la resma de papel estaba en dos mil bolívares y ahora cuesta un millón 200 mil bolívares. Eso es un absurdo y pasa con todos nuestros costos: pintura, productos de limpieza… pero la SUNDDE solo autoriza aumentos de la mensualidad por concepto de salarios”, según el porcentaje que apruebe la Presidencia de la República.

El presidente de la Andiep detalló que, por esta razón, la mayoría de los planteles no puede invertir en infraestructura. “Comprar una computadora es impensable, cuando antes se renovaban cada tres años. Una lámpara puede pasar el millón de bolívares y un salón lleva varias… los mantenimientos de los aires acondicionados son impagables y muchos colegios optaron por poner ventiladores”. También recortan en gastos de papelería y jardinería. “Al final de este año escolar, el deterioro de los colegios va a ser más visible que nunca. El cierre técnico ya comenzó”, ratificó Conejero.

Sin relevo

Con un éxodo de más de la mitad de la plantilla de docentes a nivel nacional, el futuro de la educación en Venezuela se ve aún más amenazado por la poca cantidad de nuevos profesionales en formación.

El presidente de la Andiep subrayó que muchos colegios contrataron a profesionales de otras áreas, o incluso a bachilleres, para suplantar los docentes que se van y no tienen reemplazo.

La coordinadora académica de la Escuela de Educación de la Ucab Guayana, Lucnermys Noriega, informó que en la última graduación de educadores, en enero de 2018, obtuvieron su título solo tres profesionales, pertenecientes al programa de dos años de especialización en Física y Matemática, y Biología y Química, para personas tituladas en otras carreras.

En la próxima graduación, en enero de 2019, saldrán 20 nuevos educadores licenciados en las menciones de preescolar e integral. La cifra no es suficiente para la demanda local, y es así desde hace muchos años.

“Debe haber cambios en el país, si no la educación privada tendrá un cierre inminente y la enseñanza quedará totalmente en manos del Estado. Eso parte del modelo que implementó este Gobierno. Antes los colegios privados pagaban mejor que los públicos, pero por más que se hagan los ajustes, con la hiperinflación es imposible sobrellevar los sueldos”, explicó la académica.

Para combatir la crisis, la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab) lanzó un programa de becas Educa 20/20, para financiar a quienes tengan vocación y aptitudes como educadores. Gracias a este, en el próximo semestre de marzo comenzarán a estudiar la carrera poco más de 40 jóvenes en la Ucab Guayana. 

Conejero denunció que anteriormente sostenía encuentros con los ministros de Educación todos los meses, para buscar alternativas a la crisis, pero desde que Elías Jaua asumió el despacho en enero de 2017, ninguna de las inquietudes del gremio de la educación privada ha sido atendida por el Ejecutivo, según publicó el Correo del Caroní. 

 

 

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