La muchacha sufrió quemaduras de segundo y tercer grado en un 90 por ciento de su cuerpo. No resistió a las complicaciones y falleció en Maracaibo, lejos de su residencia en la calle Los Platanazos del sector H-5, parroquia Germán Ríos Linares del municipio Cabimas
Kelly Jojana López (23), la mebnor de la familia no soportó sus quemaduras. La joven con síndrome de Down falleció ayer a la medianoche luego de que su residencia se quemara por un cortocircuito en el interruptor del aire acondicionado de su habitación. Su padre y su hermano aún agonizan en la Unidad de Quemados del Hospital Coromoto de Maracaibo.
La muchacha sufrió quemaduras de segundo y tercer grado en un 90 por ciento de su cuerpo. No resistió a las complicaciones y falleció en Maracaibo, lejos de su residencia en la calle Los Platanazos del sector H-5, parroquia Germán Ríos Linares del municipio Cabimas.
El padre de Kelly, José de los Santos López (58), se debate entre la vida y la muerte. Su condición es crítica y los médicos no le dan muchas esperanzas de sobrevivir. Su hermano, José Alberto López, ha mostrado cierta mejoría.
La comunidad sigue apoyando a los López. Ayer pintaron las paredes de la sala donde hoy reposará el ataúd con los restos de Kelly. Gustavo Linares, vecino, hizo lo posible por auxiliar a la familia.
“Todo fue muy rápido. Imaginamos que Kelly se metió debajo de la cama para que las llamas no la tocaran. Su papá salvó a su esposa y a un nieto. Luego entró a su cuarto y no la vio. Corrió hasta la calle a pedir auxilio. Cuando regresó volvió a entrar en el cuarto, pero ya era tarde. Las llamas la consumían”.
Los resultados de la inspección del cuerpo de Bomberos arrojaron que las llamas comenzaron a consumir justo el cuarto de Kelly. El tomacorriente donde estaba conectado el aire acondicionado hizo cortocircuito. Al conector lo tapaba una cesta de ropa que hizo contacto inmediato con el chispazo. Los bomberos inspeccionaron el lugar y levantaron un informe.
Se conoció que Kelly a los dos días de nacida, padeció una meningitis bacteriana que le provocó cierto retraso neurológico. “Era una bebé en cuerpo de mujer. Sus padres daban la vida por ella. Son sobreprotectores y la cesta tapaba el tomacorriente, justamente para evitar algún accidente. Eran muy previsivos. A ella no le faltaba nada. Era una morena hermosa”, dijo Maibel Martínez, vecina de Los López.