Tras
Oliver Sánchez, el niño de 10 años que participó en una protesta en febrero de este año para pedir por quimioterapias, murió ayer en la clínica Loira de El Paraíso a las 12:30 del mediodía, confirmó un familiar cercano. La fotografía de un pequeño con un cartel que decía “quiero curarme, paz, salud” se esparció por medios de comunicación y redes sociales.
Los últimos 10 días el niño estuvo en la terapia intensiva de la Clínica Loira, luego de haber pasado por varios hospitales en los que no había cupo, así lo reseñó El Nacional.
En 2015 Oliver fue diagnosticado con un tipo de cáncer conocido como linforma Hodgkin (cáncer del sistema linfático). Desde el entonces tuvo que vivir el drama de la búsqueda de Epamin y Fenobarbital de 500 mg para su tratamiento.
En su familia, además, hay otras dos personas con cáncer a las que se les ha hecho complicado acceder a los medicamentos: su abuela materna y una de sus primas.
En la misma situación están cientos de pacientes según señala Provea en su Informe anual de Derechos Humanos. Mildre Valera quien también tuvo cáncer de mama, hoy es un paciente en remisión, que debe consumir un bloqueador hormonal por cinco años para evitar reincidir en la enfermedad, pero no lo hay en el país.