
Planificar
El Banco Central de Venezuela y el Ministerio de Economía tienen más de 12 meses sin publicar los indicadores macroeconómicos. El Indicador Nacional de Precios al Consumidor, la balanza de variaciones, el comportamiento de la escasez y abastecimiento e índices del producto interno bruto desaparecieron de los boletines oficiales que cada mes y a final de año se publicaban para facilitar las proyecciones de las actividades económicas.
La omisión estadística impacta en las estimaciones empresariales de los agentes económicos. Se preparan valoraciones bajo “imprecisiones y eso compromete a la industria, a comercios, en su rentabilidad, lo que ha provocado el cierre de empresas”, explica José Alberto Morales, presidente de Asociación de Comerciantes e Industriales del Zulia (Aciz).
El sector privado se vale de precios de materias primas, de insumos, de decretos presidenciales, ajuste de salarios, de cesta alimentaria e informes privados de economistas que dan cuenta de inflación de 600 por ciento para planificar “poco técnico” las finanzas del negocio. “Uno hace un estimado por cálculo improvisado”, lamenta Morales.
A 2015 se conoció que el año cerró con inflación de 180 por ciento, INPC cuestionado por expertos que alertaron el impulso de las variaciones en precios de bienes y servicios. Para 2016 se proyecta tope histórico por encima de 600 puntos y una escasez de alimentos y medicinas promedio de 60 por ciento.
Lo cierto y palpable está en los incrementos de salarios, cuatro en un año, más la canasta alimentaria. Y el “indiscriminado, y a veces especulativo, precio de las materias primas que impacta severamente en la producción de la industria y comercio”. Según Aciz, dos de los hechos que “bárbaramente” someten y derivan en cierre de empresas al hacerlas insostenibles.
Morales considera que insistir en la política económica, negando la realidad de las industrias, es condenar el futuro productivo. A pesar del pésimo, resultado del deterioro del aparato a consecuencia de las últimas medidas económicas, apuesta al diálogo a tener “fe porque queremos estar aquí no nos vamos a ir. El mensaje es de disposición. Ningún país progresa si no progresa el sector privado”.