Paradójicamente,
Cada 31 de diciembre, la melodiosa voz de Néstor Zavarce nos conmueve en los albores de un nuevo año. Culmina hoy el 2015 y dentro de cinco días los 112 diputados electos por más de siete millones de venezolanos, comenzarán sus funciones en medio de las expectativas de confrontación generadas por la actitud de altos personeros del oficialismo. Paradójicamente, quienes siempre han pedido el reconocimiento a priori de los resultados electorales, esta vez no terminan de aceptar los mismos. ¿Habrá aún algo de reserva moral y sindéresis en los círculos de poder? Espero que sí, aunque si la decencia pudiera ser pesada, seguramente la báscula personal de algunos individuos no se movería ni un gramo.
A pesar del lapidario eslogan que negaba la posibilidad de volver al poder, a cualquiera con una visión política diferente a quienes hoy nos dirigen, siento que volvimos. Aunque el común de los ciudadanos opuestos a este régimen decadente no militamos en ningún partido ni hemos ejercido nunca un cargo político, me siento identificado con cualquiera que tenga un planteamiento para salir de esta locura. Doy mi voto de confianza a nuestros nuevos asambleístas.
Hace tiempo intenté componer una canción que decía: Tengo hambre y tus labios son manjar que me enamora… Nunca la terminé pero se convierte ahora en la excusa perfecta para soñar en un país mejor. Quiero degustar lo que alimenta al habitante promedio de cualquier país incluso de aquellos menos afortunados en recursos. Y como no solo de pan vive el hombre se me antoja un paseo tranquilo por un parque donde el encuentro con el hampa sea la excepción y no la regla.
Tengo hambre de leer algo interesante que si llega a tocar el tema político sea para abordar un problema con pluralidad de opiniones y no para aseverar que aquel es más pillo que el otro. Quiero alimentar también mis ojos y mis oídos, acudiendo a algún espectáculo de un artista nacional o internacional sin quedar en bancarrota. Tengo hambre de vivir como merecemos.
Hoy en la noche cuando el minutero del reloj alcance las 12, faltarán apenas cinco amaneceres para que los 112 representantes de quienes queremos vivir diferente inicien una batalla con ideas que ojalá se traduzcan en alimento para el cuerpo y para el alma. ¡Feliz 2016!