El anuncio del fiscal del distrito de Los Ángeles, George Gascón, sobre la revisión del caso de Lyle y Erik Menéndez avivó la esperanza de que los hermanos, tras 35 años en prisión, puedan recuperar su libertad.
Ante este nuevo panorama, un grupo de familiares de los Menéndez ofreció una conferencia de prensa para pedir su liberación.
Los hermanos fueron condenados a cadena perpetua por el asesinato de sus padres, José y Kitty Menéndez, ocurrido en 1989.
En ese entonces, ambos confesaron el crimen y explicaron que temían por sus vidas tras las revelaciones de Erik sobre los presuntos abusos sexuales que sufría por parte de su padre desde pequeño.
Gascón informó que en la revisión del caso se incluirán dos nuevas pruebas: una carta que Erik Menéndez envió a su primo Andy Cano, ocho meses antes del asesinato, en la que menciona los supuestos abusos de su padre, y el testimonio de Roy Roselló, exintegrante del grupo Menudo, quien afirmó que José Menéndez, entonces ejecutivo de RCA Records, lo violó cuando tenía 14 años, después de firmar un contrato con la disquera.
Frente al Centro de Justicia Penal Clara Shortridge Foltz, una veintena de familiares de Lyle y Erik se reunió para expresar su apoyo a los hermanos y discutir las nuevas pruebas, así como la rehabilitación que ambos han experimentado durante su tiempo en prisión.
El abogado de los Menéndez fue el primero en tomar la palabra, señalando que sus clientes son un “ejemplo de rehabilitación” dentro del sistema penitenciario.
Ana María, sobrina de José Menéndez, dijo que cree en la verdad, la justicia y en sanar. Aseguró que fueron víctimas de un sistema que no los escuchó, que se burló de ellos y les puso sobrenombres usando su dolor. “Aun así han encontrado su luz, han crecido y han sido inspiración para el mundo. Es tiempo de reconocer las injusticias que han recibido”.
“Pido que se les dé otra sentencia, millones en este país quieren lo mismo, les pido que los dejen volver a casa”, dijo en una carta la madre de Ana María.
“Nunca pensé que este día llegaría, estoy con un corazón roto y mucho entendimiento de lo que hemos recibido las últimas semanas. Fue una pesadilla que ninguno de nosotros nunca se imaginó. Después de saber lo que en realidad pasó, entendimos que fue la reacción de lo que los niños hicieron por sobrevivir. A Lyle y Erik les fallaron las personas que debieron haberlos protegido. El mundo no estaba listo para saber que los niños podían ser abusados sexualmente”, dijo Joane, hermana de Kitty Menéndez.
Lo que entendía la sociedad de lo que puede sufrir una persona por abuso sexual, pero las cosas han cambiado, ahora se entiende lo que sufre una persona abusada sexualmente, es tiempo de darles la oportunidad de vivir el resto de sus vidas libres de lo que hicieron en el pasado, apuntó.
“Creo que juntos podemos traer justicia para mis primos, les puedo decir que no son las personas que creen, eran unas personas abusadas por sus padres, los medios se enfocaron tanto en sus acciones, que no pudieron hablar de lo que los orillo a eso. Trataron de protegerse de la única manera que sabían. El trauma fue ignorado, el abuso también. Lyle y Erik actuaron con miedo”, dijo uno de sus primos.
Karen Vandermolen, sobrina de Kitty Menendez, tomó la palabra diciendo que era es tiempo de conocer la verdad sobre sus primos, aseguró que su hermana Diane conocía lo ocurrido y tenía pruebas de ello, mismas que no le permitieron presentar
“Lo que pasó fue trágico, pero yo perdono a mis primos, sé que estaba actuando con desesperación y miedo. La corte les falló. Creo que ya han pagado por su crimen”, aseguró.
Fuente: Univisión
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