La afición rapaz pasa la noche en el estadio para obtener una entrada al juego de la final y se abre la puerta a la reventa. La gerencia de las Águilas del Zulia ha tomado previsiones para evitar la reventa de los boletos. Organismos de seguridad resguardan las adyacencias durante la venta
Conseguir una entrada para ver en acción al equipo de las Águilas del Zulia, se ha vuelto una odisea. El sol no espanta a los fanáticos que desde el jueves han pernoctado en las adyacencias del estadio Luis Aparicio “El Grande”. A 40 mil bolívares llegó el costo de reventa de un boleto para disfrutar del encuentro desde las sillas (cuando en taquilla es de 10 mil) y seis mil para quien opta por verlo en las gradas, pese a que el precio oficial de la boletería es de mil bolívares.
La final que luego de 17 años ha regresado a los zulianos, motivo para disfrutar de nueve inningsde emoción, también golpea duro en el bolsillo. La gerencia de las Águilas del Zulia ha tomado previsiones en la taquilla y de seguridad para evitar la reventa de los boletos. La Policía científica, Policía regional y la Guardia Nacional se mantienen en las adyacencias de “El Grande” para detener a los revendedores.
“Hoy (ayer) se llevaron a tres en la mañana que vendían las sillas a 40 mil, es que están exagerando” expresó un fanático que hacía la cola para obtener las entradas para su familia.
A las 9.00 de la mañana las taquillas abrieron y los policías ordenaron las filas para pasar a los fanáticos que solo lograron adquirir tres entradas por cada uno, “para gradas o laterales, porque ya no hay más nada” gritó un vendedor.
“Seis mil gradas y 10 mil, laterales por tercera, si son más de cinco te la dejó en nueve”, explicó un revendedor que estaba cerca de los fanáticos.
Entre la multitud nadie distinguía a los “famosos” revendedores. Pero al preguntar si alguien tenía sillas, sigilosamente se acercaban y ofrecían “la mercancía”.
Una pareja que esperaba en un puesto ambulante, al preguntarles si habían logrado obtener el boleto respondieron: “Sí, pero en laterales, preguntamos por fuera las sillas y teníamos que pagar 40 mil y es una exageración”, dijo Enrique Urdaneta, asombrado del alcance que ha tenido la final del conjunto zuliano.
“Llegamos a las 3.00 de la mañana y aún no estamos ni cerca de la taquilla”, expresó Richard González, un fanático que esperaba junto a sus amigos en la cola, para pasar a la zona techada de las taquillas. El hombre, que ya estaba rojo del sol, se ocultaba el rostro con un periódico mientras hablaba.
De esa forma el centenar de personas rodeaban el lugar para lograr comprar de manera legal y ordenada los tiques para la final. “Está bien que se los lleven presos porque es un robo para el fanático, nosotros tranquilamente podemos hacer la cola”, sentenció un aficionado.
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diciembre 5, 2024
