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El director de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) de Estados Unidos, Michael Rogers, negó hoy que el Gobierno del expresidente Barack Obama solicitara a la inteligencia británica realizar cualquier tipo escucha sobre el actual presidente, Donald Trump, durante la campaña electoral de 2016.
“Nunca he visto que desde la NSA nos hayamos involucrado en una actividad así”, dijo Rogers al ser preguntado hoy al respecto en la primera audiencia pública realizada en el Congreso sobre la posible injerencia rusa en las elecciones presidenciales de noviembre pasado en EE.UU.
El portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, citó durante una de sus conferencias de prensa la semana pasada una afirmación que había hecho un comentarista de la cadena Fox sobre las acusaciones de Trump de que Obama pinchó su teléfono en su torre de Nueva York en 2016.
“Tres fuentes de inteligencia han informado a Fox News de que el presidente Obama se saltó la cadena de mando (para espiar a Trump). No usó la NSA (Agencia de Seguridad Nacional de EE.UU.), no usó la CIA… Usó el GCHQ”, dijo Spicer al citar al comentarista Andrew Napolitano.
El GCHQ, un gran complejo de comunicaciones del Gobierno ubicado en la ciudad de Cheltenham (al oeste de Inglaterra), trabaja en estrecho contacto con los servicios secretos británicos MI5 (interior) y MI6 (externo) y una de sus labores más importantes es la de defender al Reino Unido de amenazas cibernéticas.
Sin embargo, Rogers aseguró hoy que tal petición de escuchar a un ciudadano estadounidense estaría “expresamente en contra” de los acuerdos de inteligencia con los británicos y otros aliados cercanos.
Rogers testificó junto al director del FBI, James Comey, durante la primera audiencia del Congreso sobre el papel de Rusia en la campaña presidencial de 2016 y sobre las acusaciones del magnate contra Obama sobre presuntas escuchas telefónicas en su torre neoyorquina.
A este respecto, tanto el GCHQ como la primera ministra británica, Theresa May, negaron las insinuaciones de Spicer sobre cualquier coordinación para espiar al multimillonario.