domingo, diciembre 15, 2024
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¿Fin de una era?

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Las u00c1guilas no mostraron profundidad en el roster durante la temporada 2015-2016. (Foto: Ivu00e1n Lugo)

Águilas tiene por delante el desafío de rearmar su núcleo de peloteros venezolanos para volver a ser un equipo competitivo. Las ausencias de los bigleaguers desnudaron al roster rapaz

Atrás quedó la cadena de siete postemporadas seguidas que mantenían las Águilas del Zulia en el béisbol profesional venezolano, esta vez no funcionó el plan. El equipo rapaz no tuvo un rendimiento regular en ninguna de las etapas de la campaña y aquel aporte continuo de sus figuras criollas, factor clave en la seguidilla, fue una utopía que se iba esfumando juego a juego.

El principal problema del Zulia esta temporada inicia desde la estructura de su roster, una contradicción cuando se toma en cuenta que en 2015 por primera vez en la historia de la divisa rapaz jugaron 12 aguiluchos en una misma campaña en las Grandes Ligas.  

Las justificables ausencias de Freddy Galvis, Énder Inciarte, Marwin González, Ernesto Mejía y Sandy León, cambiado a los Tigres, han sido irreparables desde todo punto de vista. Álex Torres, Wilfredo Boscán y Yeiper Castillo no lograron ser una garantía sobre la lomita.

Elvis Araujo no en encontró la manera de sacarle provecho a su potencial, el zurdo dejó efectividad de 5.71 en 23 presentaciones, mientras que una lesión apartó a Leonel Campos del bullpen en gran parte del campeonato.   

Águilas perdió la oportunidad de trascender en la pelota criolla en la etapa más promisoria de sus piezas criollas. Galvis, campocorto de Filadelfia; Inciarte, jardinero central y primer bate en Atlanta; Mejía, quien va por su consagración en Seibú; y González, una pieza clave en el roster de Houston, tienen un escenario a favor para establecer sus carreras en las Grandes Ligas y el béisbol japonés, como es el caso de “Camarita”, eso implica que sus participaciones a futuro con el uniforme zuliano pasan a un segundo plano, tal como sucedió esta campaña.

León ya no está y Torres, posiblemente sea el otro en dejar el equipo, solo cuatro minutos los separaron de ser parte de los Tigres esta temporada. Boscán, quien probablemente tendrá otra oportunidad de hacer el grado en Pittsburgh, será una buena interrogante cuando llegue octubre del 2016, al igual que lo será Silvino Bracho, quien posee todas las herramientas para consagrarse como una pieza fundamental en el bullpen de Arizona.

Fue un grupo de jugadores que logró ganar premios al Jugador Más Valioso, Novato del Año, pelear entre los mejores lanzadores de la campaña y coleccionar varios Guantes de Oro en esta pelota, pero que por alguna razón u otra, no consiguieron dar el gran paso en el equipo zuliano.

Reto de peso  

Con este escenario, cíclico y desfavorable, la gerencia de las Águilas tiene por delante el titánico desafío de rearmar su columna vertebral para volver a ser un equipo competitivo.

“No hemos tenido la temporada que quisiéramos. Evaluaremos cada posición, veremos dónde estamos débiles y dónde estamos fuertes para determinar qué necesitamos reforzar y ver si haremos cambios en el futuro”, indicó Luis Amaro, gerente deportivo de las Águilas.

Alí Castillo se asoma como una de las posibilidades que tiene los zulianos de darle estabilidad al shortstop, una posición que quedó desnuda con los rendimientos de Erick Salcedo, Fránklin Barreto y Rainer Olmedo.

Barreto seguramente tendrá su oportunidad de revancha en la pelota criolla, sus credenciales contrastan con lo que hizo en su año de estreno en la LVBP. Bateó .183 y cometió 10 errores en 35 encuentros. 

La falta de profundidad en el roster deja expuestos a Álex Romero y José Pirela como los únicos con las condiciones de cargar con la ofensiva aguilucha.

Solo Pirela, actual jugador franquicia, se asoma como la piedra de sustento para comenzar a levantar una nueva estructura en la organización zuliana, pero hay que tener en cuenta que también es un jugador con las condiciones para abrirse paso en San Diego.

“Tengo que ser inteligente con las piezas que tenemos. Sé que la fanaticada de Águilas pide cambios, pero hay que ser inteligente en los movimientos. Sabemos lo que tenemos: se vio el desarrollo de (Francisco) Arcia, también Bryant Flete y Salcedo, sabemos lo que pueden aportar en el futuro”.

Amaro reconoce que reforzar la línea central del campo, donde se cometieron 44 errores, es la premisa de cara a la próxima campaña.

“Mi trabajo es mejorar el equipo como sea. Mi primer año como gerente fue difícil, hay áreas que tenemos que evaluar y va a haber cambios”, puntualizó Amaro. “No es fácil, no me gusta perder, como a nadie en esta liga. Hay que evaluar el talento que tenemos abajo”.

Los debutantes Arturo Michelena, Kristian Trompiz y Wilson García serán los encargados de tomar el testigo, un desafío de peso para estos noveles talentos en desarrollo.

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