Tras cometer el crimen, la mujer intentó ocultar el asesinato limpiando la casa, metiendo el cuerpo en una bolsa y arrojándolo a un basurero. Asimismo, se comunicó con su hijo usando el teléfono de Estefany para simular que ella seguía viva.
“Es ella (la imputada) la que contesta los WhatsApp que le envía el hijo a su pareja y ese celular fue encontrado en la vivienda”, declaró la fiscal.
Agregó que la mujer actuó con premeditación, consciente de que sus hijos no regresarían al hogar en ese momento, ya que estaban jugando fútbol y luego ayudarían a su abuela a recoger leña.
La pequeña hija de Morales también se encontraba en la vivienda, por lo que la Fiscalía cree que pudo haber sido testigo del asesinato.
El Juzgado de Garantía de Osorno ordenó la prisión preventiva de la imputada, quien ahora enfrenta un proceso judicial con un plazo de 100 días para la investigación del crimen.
Fuente: Bio Bio Chile.
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